Por Toño García.
El llamado semáforo epidemiológico en rojo implica el cierre total de escuelas en todos sus niveles de educación, el cierre de parques, jardines, centros deportivos, centros de diversión, antros para las tardeadas, bailes y todo aquel lugar donde de alguna manera u otra convivían nuestros niños o jóvenes. Esto ha obligado a padres de familia y jóvenes al uso de la tecnología, viviendo con ello a plenitud la era del internet.
En una vida normal nuestros jóvenes y niños, por ejemplo; un 14 de febrero seria el motivo ideal para caminar tomados de la mano, conocerse y quizá darse un beso, en la escuela el profesor estaría dando su catedra normal con todos sus alumnos, juegos de futbol, los parques y juegos infantiles estarían ocupados, quizá algún baile, tardeada o fiesta seria el motivo para convivir entre amigas y amigos; pero no, hoy la convivencia es vía redes sociales de manera virtual. Los jóvenes más temerarios lo hacen de manera clandestina en reuniones privadas, es decir reuniones secretas para burlar a la protección civil que intenta mitigar la pandemia de coronavirus con la sana distancia.
¿Hace usted ejercicio con sus hijos? ¿Comprende usted su naturaleza e inquietud por jugar, imaginar, crear, destruir, experimentar, sentir o vivir acorde a su edad en sociedad? ¿Ha escuchado a sus hijos decir que están aburridos por estar encerrados? ¿Está usted consiente que están creciendo fuera de la vida normal que usted en su infancia vivió de manera diferente consecuencia directa de la mitigación de la pandemia? Como vulgarmente decimos los padres “los niños son un desmadre” ¿Usted lo comprende hoy?
Las especies evolucionan, la pandemia nos obliga a la convivencia virtual por internet consecuencia directa del encierro, pero, nos hace desatender el desarrollo físico y pleno de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, el cual se produce de manera natural viviendo en sociedad, algo que no es posible hoy día en la vida normal.
Aquí surge una oportunidad de humanizarnos, con la convivencia afectiva, comprendiendo desde la pregunta ¿Qué hubieras hecho tu encerrado sin ninguna actividad propia de tu edad en tu infancia, adolescencia o juventud y sin la posibilidad de internet? Siguiendo la inevitable orden de “lavarte las manos o desinfectarte con alcohol cada que tocas algo” ¿Imagina así usted su infancia?
De seguir las cosas como van próximamente se cumplirá un año de vida bajo las medidas sugeridas para mitigar el covid-19 por el gobierno federal e independientemente de la vacuna para terminar esta pandemia, es un año donde nuestros hijos están viviendo diferente su propia naturaleza. Es un buen motivo para reflexionar y comprender ¿Cómo viven los niños y jóvenes la pandemia en México?