Por: José Óscar Valdés Ramírez
Pobre de México, «tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos», decía Don Porfirio Díaz a un medio de comunicación a finales del siglo XIX, esa declaración es y sigue siendo un epitafio.
Los norteamericanos han sido una pesadilla, a México le robaron más de la mitad del territorio nacional sin pagar un peso de indemnización. Las intervenciones en América Latina han sido bastantes y devastadoras, al grito de la doctrina Monroe -América para los americanos-, ha hecho y desecho en América Latina.
En algunos países ha puesto sus bases militares donde se han documentado abusos y en el nombre de Dios, que invocan, todo se vale: Encerrar niños, separar familias, y al que se le pone al tú por tú, lo tilda de terrorista y sus cuentas banc…
Así fue hasta que llegó AMLO, Trump no puede con China ni con Putin, por eso busca un rival menor para ensañarse, no pudo con Maduro porque está atrás Rusia, sino ya los hubiera invadido.
Pero el caso México, el caso de migración, es un tema que nos rebasa, somos la frontera más amplia, somos el paso desmedido de migrantes a los que sus países no ofrecen seguridad y llegan por mares a nuestro país.
Tomando un dato que no hemos considerado… ¿quién los dejó pasar? ¿de dónde llegaron africanos, cubanos, a nuestra frontera norte? Alguien los dejó pasar, ese alguien es la mafia de la delincuencia organizada que lleva años operando con el contubernio de la autoridad, ése es el problema toral de la migración… la corrupción.
¿Cómo podemos los ciudadanos de a pie no dejarnos pisotear por el bárbaro del norte? Muy simple, no compremos productos americanos, no viajemos a USA, cancelemos nuestras visas o no las usemos, no más consumismo, turismo, ropa yankee, carros, hay variedades, que sientan los americanos y Trump que somos sólo en México 125 millones de consumidores y, si se suma América Latina, somos más de 500 millones de consumidores.
Que el gobierno mexicano demande en tribunales el pago del Seguro Social que pagan los migrantes sin que les den un peso, por ese concepto los americanos deben a México más de 60 mil millones de dólares. Trump sólo respeta a quien no lo respeta, los tribunales son la solución, la amenaza de los aranceles al 5 por ciento ¡es una barbarie!
Debemos ya depender menos de los americanos y más de América Latina, volver los ojos al sur y evitar al norte. Buscar más capitales, la inversión árabe en México es nula, buscar inversión china.
Evitar ya la dependencia de norteamérica, los chinos, la palabra muerte la escriben con dos signos, uno que significa peligro y otro que es oportunidad, es la hora de la decisión.
AMLO no la tiene fácil pero tiene lo que no tenía otro Presidente… legitimidad.
Es tiempo de que vea Donald Trump de qué estamos hechos, no más agachar la cabeza como EPN que al final de su sexenio solo aventó una bravata y le dio una condecoración al yerno de Trump -que, por cierto, el Senado avaló y no ha levantado la voz-. Es la hora de que tome sentido del pueblo cuando vieron los uniformes verde olivo «green go» (verde vete), nosotros lo castellanizamos «gringo», no más gringo… más latino.
Recordando al maestro Muñoz Cota, que México vuelva a ser la Atenas de América Latina. No más humillaciones, el mundo no merece más Trumps, es la hora de llevarlo a tribunales, México sin miedo, el gigante está herido.
El futuro es de China y Rusia, el oso está chimuelo pero aún tiene fuerza, México, ahí es y será siempre bienvenido.
Reza un proverbio: «está donde te quieran, no donde quieras», México es querido en el mundo con todo y como estamos. Es la hora de demostrar que los corruptos serán castigados y que se acabó la impunidad, eso nos compete exigirlo como sociedad… ¡La justicia la reclama Dios y la exige México!