Por: Nicolás Gochy
En los últimos días, un paraje a la altura del rastro municipal de Toluca ha sido utilizado como un basurero a cielo abierto y además se ha convertido en un cementerio de televisiones analógicas que a partir del pasado mes de diciembre, fueron desechadas por el apagón analógico.
Esto a pesar der que el gobierno del estado de México tenía la obligación de instaurar un programa para la recolección y despacio final de estos aparatos eléctricos conforme a lo que había señalado la secretaria de comunicaciones y transporte del gobierno federal.
Cabe recordar que estos aparatos están conformado por componentes que contienen plomo, mercurio y cadmio, entre otros, los cuales pueden contaminar el medio ambiente y afectar la salud de las personas, si no son manejados y confinados adecuadamente.
De acuerdo a la SCT Federal, el Programa Nacional para la Gestión Integral de los televisores desechados por la transición a la Televisión Digital Terrestre establecía las normas y los mecanismos para que cada una de las entidades pudieran establecer mecanismos para disponer de estas piezas.
En el lugar se cuentan no menos de 10 aparatos de estos que fueron desechados ahí sin ningún control.
