Por: Nicolás Gochy
Dos investigadoras del Instituto Nacional de Antropología e Historia están dedicadas en cuerpo y alma a la investigación de los restos paleontológicos que hace algunos años se encontraron en el municipio de Atlacomulco en las comunidades de Quendo y San Lorenzo Tlacotepec y a pesar de que no cuentan con mucho dinero para ello, lo que les sobra es pasión por su trabajo.
Encabezada por la investigadora Silvia Murillo, las jornadas de labor son largas, se requiere mucha paciencia y sobre todo amor a la historia.
El dinero nunca alcanza, y en los municipios es más fácil que este se termine por lo que estas dos investigadoras han tenido que trabajar sin mucho capital, con solo algunos pequeños apoyos que consiguen pero con la esperanza de que en unos meses o años más, puedan estar presentando ya todo el material que han podido rescatar.
“La paleontología es tan importante que no puede indicar quienes éramos, como era el lugar donde vivimos, por ejemplo ahora sabemos que el valle de Atlacomulco era hace muchos años una zona muy cálida, por los restos de un Capibara que tiene por lo menos 30 mil años de antigüedad y que vivió aquí”.
En la zona se han encontrado desde especies pequeñas de animales prehistóricos, hasta tres grandes mamuts que están en proceso de ser tratados para que en breve puedan exhibirse en esta zona de la entidad pues todo lo que aquí se ha descubierto y preservado será exhibido en algún futuro en esta misma zona.
“El estado de México es una zona riquísima en vestigios, ya sean arqueológicos, paleontológicos y de cualquier tipo, en donde escarbes hay algo, lo malo es que no hay dinero para poder atender todo lo que se descubre, algunas zona incluso se tiene que abrir al público sin terminar su excavación porque el dinero simplemente no alcanza”.