Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
La bomba estalló, a través de una investigación periodística los mexicanos y el mundo se enteró que nuestro presidente plagio una parte importante de su trabajo de tesis para conseguir el título de licenciado en Derecho.
Luego de esa revelación, cientos de usuarios de las redes sociales se volcaron en una defensa por demás absurda del mandatario federal.
Algunos de forma sarcástica, algunos mas de forma muy burda, estos mexicanos trataron de justificar al actuar del ahora presidente de la república al señalar que todos, en algún momento, por el solo hecho de ser mexicanos hemos hecho trampa en las escuelas, en los trabajos, en la familia.
Incluso, el propio secretario de educación Aurelio Nuño aseveró que hay cosas más importantes que como país nos deben de importar y no este tipo de información la cual nunca negó que fuera cierta.
Lo cierto es que lejos de la hilaridad, da terror el pensar que cada día estamos solapando más y más la falta de honestidad no solo de nuestros políticos sino de todos nosotros como mexicanos.
Y es que si per se es alarmante el saber que nos gobierna un hombre tramposo y deshonesto, más alarmante es que una parte de los mexicanos quieren hacer creer que esto es normal en nuestro pueblo, que nosotros somos así, que nuestros genes son de seres humanos deshonestos.
Ahora es normal, o así quieren hacerlo ver, que un profesional que va a terminar sus estudios pueda copiar y robar las ideas e investigaciones de otras personas para hacer una tesis, ahora es normal, o así quieren hacerlo ver, que nadie tiene que investigar eso porque a nadie afecta, ahora es normal o así quieren hacerlo ver que alguien robe, lo confiese, lo lapiden y nunca pise la cárcel por ello.
Cuando pienso en este tipo de cosas, me aterra el saber que mis sobrinos, mis ahijados, la gente joven que conozco se está encaminando a un país que nadie quiere, a nadie conviene pero que poco se hace para cambiar el derrotero que nos han marcado.
Si usted es de los que piensa que es normal, porque somos mexicanos, que nuestro presidente haya plagiado una parte de su trabajo de tesis, no se sorprenda cuando en unos años más, ese bebé que hace algunos días, meses, años llego a su familia acabe muerto, encarcelado o quien sabe cómo pues robo, delinquió, tranzo, pero poquito.
Hoy no debemos perder nuestra capacidad de horrorizarnos de estos actos de deshonestidad, hoy no debemos de ver a alguien que hizo un plagio como alguien que sea digno de admirar, robar es robar, no se mata tantito nada más, no se defrauda tantito nada más, no se viola tantito nada más, ahora los mexicanos no podemos seguir viendo esto como algo normal, que pasa en México, que nadie debe de espantarse, hoy, el señor presidente, porque lo sigue siendo, ha sido evidenciado como un plagiario, si nadie lo sanciona, darán pauta libre para que los demás hagamos lo que queramos.
Hoy nuestro presidente se ha convertido en el peor de los enemigos que tenemos. Hoy tenemos una pareja presidencial que un día sí y otro también es señalada por actos de corrupción, este país ya no aguanta mucho… tiempo al tiempo.
