Decenas de taxistas de diferentes municipio del valle de Toluca, Valle de Bravo y Atlacomulco, se manifestaron en las inmediaciones de la sede del poder ejecutivo para solicitar al gobierno mexiquense que se dé marcha atrás a la gaceta de gobierno del pasado 20 de marzo donde se condiciona la renovación de la concesión a que las unidades de taxis sean equipadas con un sistema de posicionamiento global (gps) una cámara de seguridad y un botón de pánico.
O que en su defecto, el costo de estos nuevos aditamentos de seguridad sean pagados por el propio gobierno mexiquense, es decir, por los mexiquense a través de los impuestos que les pagan al gobierno.
Durante algunos minutos, los taxistas optaron por cerrar la vialidad Lerdo para presionar al gobierno dejando varados a cientos de personas que se transportaban en esos momentos por la vialidad.
Según alegaron, el costo de los insumos y la inseguridad que les atañe, han disminuido sus ingresos de manera importante por lo que declararon no estar en condiciones de hacer el pago de estos sistemas que ahora el gobierno pretende obligar a adquirir.