Desde temprana hora, decenas de trabajadores del campo salen prestos a llevar a cabo una larga y extenuante jornada de trabajo bajo el intenso sol de octubre con tal de satisfacer el mercado más grande de flores que terminarán adornando como cada año los altares y tumbas de la capital del país.
Flores de cempasúchil, terciopelo, nube y todas las variedades que el mercado demanda surgen de estas tierras ubicadas en el municipio de Tenango del Valle y que ha llegado el momento justo para el corte y poderla transportar a los diferentes mercados de la capital del país.
Hoy saben los campesinos que el trabajo es arduo, pero ninguno se raja, ha llegado el momento de cosechar lo sembrado y de poder recibir una justa, aunque no abundante recompensa por el trabajo realizado.
Los precios como siempre variaran, ellos pretenden una cifra por la cosecha, pero una vez que lleguen a los mercados sabrán si lo que ellos piden será lo que les paguen, la ayuda del gobierno no llega aun al proceso de comercialización, es más ni siquiera los apoyan para que en el transporte no caigan en las manos de los policías corruptos que quieren su calaverita de parte de los productores de flor.
Aun así ellos harán el viaje como en cada temporada, a eso se dedican, sin ellos las celebraciones del Día de Muertos simplemente no serían las mismas.
Así que de a 20, 30 o 150 pesos la flor se venderá sin duda. Ningún mexicano bien nacido pretendería montar una ofrenda sin flores, eso sería anti natura.
Mañana la secretaría del ramo declarará que los apoyos fueron muchos, que el gobierno está con los campesinos mexiquenses, la realidad es que la mayor parte de las hectáreas sembradas lo hacen sin el más mínimo respaldo gubernamental.
El único apoyo que ellos saben de cierto es el que miles de mexicanos les darán cuando compren sus productos para este año, como todos los anteriores, adornar el camino de las animas que cada año vienen a donde fueron amados.
