Llegaron las fiestas navideñas y de fin de año en las que se acostumbran los intercambios de regalos; por ello, una buena opción es obsequiar joyería hecha por manos mexiquenses.
En la comunidad Los Plateros de San Felipe del Progreso, habitan familias de artesanos que han heredado de generación en generación la tradición de elaborar joyería y orfebrería de plata y conservar en cada pieza sus raíces mazahuas.
Eleazar García Cruz, maestro artesano en la rama de orfebrería y joyería y ganador de múltiples premios estatales, explica que el proceso inicia al diseñar la forma que el cliente o que el mismo artesano quiere plasmar en el arete, la esclava, el collar, dije u objeto a elaborar con plata.
La especialidad de los diseños de joyería y orfebrería de San Felipe del Progreso se caracteriza por retratar las tradiciones de sus antepasados; así como la flora y fauna de la región.
Después del diseño definido, se adquiere la materia prima que es la plata, la cual se funde para darle forma, en primer lugar, a una chapa o alambre dependiendo el tipo de joya a realizar. Posteriormente, se hacen los hilos de plata y el proceso de laminado, el cual consiste en detallar el grosor que requiere el diseño.
El moldeo y ensamble es importante para formar las piezas que les dará vida a las joyas. Finalmente, se coloca un ácido para limpiar las impurezas, se pule y pone a la venta.
Dependerá del estilo y gusto de la pieza, comparte el maestro Eleazar García, si entra a un proceso de pavonado, el cual sirve para simular su aspecto antiguo, oxidando la plata y sacándole ese característico brillo tipo “espejo” a la plata.
Conforme a información del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) se cuenta con 94 artesanas y artesanos de la rama de joyería y orfebrería, registrados en el Padrón de Artesanos.