En las afueras de los mercados de la capital mexiquense, existen pequeños talleres que aún se dedican a la restauración de figuras religiosas, un trabajo que requiere de pulso y años de experiencia; y a unos días de que se celebre el Día de la Candelaria, estos restauradores trabajan contra reloj.
Desde pequeñas figuras y hasta los más grandes, la mayoría de estas personas cuentan con más de 30 años de experiencia; como Hugo Navarrete quien se ha dedicado a la restauración de figuras religiosas y en estos días decenas de familias lo buscan para pulir a su Niño Dios y llevarlo a bendecir.
Trabajos hechos a mano, que van desde los 30 y hasta 200 pesos dependiendo el daño a reparar, ubicado en el Mercado 16 de Septiembre, este hombre llega a tardar hasta dos días con tal de entregar un trabajo perfecto.
Para este artesano, este oficio ya forma parte de una tradición familiar; ya que además de reparar y pintar, dedican tiempos a exhibir los atuendos típicos de esta figura para llevarlos a la Iglesia, el próximo 2 de febrero.
“Este año hay atuendos más baratos, desde 60 y 150 y los más adornados, que son los que traen el turbante y otros tipos de tela. Ojalá puedan venir a ver y comprar” dijo.
