Por: Antonio García Varela
Para muchos ciudadanos representa la continuación de la herencia para ejercer el poder público, así como lo hicieran los reyes de la época del oscurantismo Europeo entre abuelo, padre e hijo; haciendo a un lado el principio revolucionario que combatió el cacicazgo en 1910 para evitar el enriquecimiento de unos cuantos a costa de los recursos y sufrimiento del pueblo de México.
Pobreza, ignorancia, feminicidios, violencia, ecocidios, inseguridad, corrupción, despojo, enriquecimiento ilícito, y fraude son el fondo y el sustento del malestar y desconfianza que motiva a no estar de acuerdo a muchos ciudadanos con la elección del priista.
Si a esto le sumamos que para mantener a este régimen de privilegio personal y familiar necesitan tener de su lado a las llamadas instituciones, entonces esto nos lleva a otra pregunta;
¿Hay confianza en las instituciones?
La respuesta podría ser NO, pues mujeres y hombres que dan vida al servicio de estas, en muchos casos, no están para empoderar el interés supremo del servicio público. Hay muchos ejemplos en donde los cargos en muchas instituciones no tienen como característica privilegiar su ocupación con base en la preparación académica, la capacidad o representatividad al servidor público, tienen como fundamento la amistad, el compadrazgo o a el amante y a servidores serviles que están dispuestos a seguir la línea de sus jefes a cambio de cuidar su particular privilegio.
Aunado a esto vemos el silencio y la falta de acción institucional coherentes con la realidad para buscar justicia y la verdad que el IEEM tiene en sus manos y que el pueblo reclama de los partidos políticos de oposición que participaron en esta contienda electoral, pareciera que únicamente sirven para dividir a la sociedad a costa de traicionar sus ideales, sus principios y a sus propios correligionarios para que sus representantes entren a la negociación hacia donde les convenga y así poder estar o votar para buscar su llamado «hueso».
Es oportuno mencionar que nuestra falta de solidaridad en difundir información del acontecer actual del país llevo a muchos ciudadanos a vender su voto o en otro caso a no participar y alguien decidió por ellos.
Entonces podemos decir que marchas, bloqueos, diversos «memes» en redes sociales de protesta son solo un escaparate a la frustración de la sociedad que no puede hacer nada para cambiar esta realidad brutal que deja la continuidad de un gobierno priista y que todo ciudadano hoy vive o percibe sin importar su condición social.
Esto es lo que representa para muchos Mexiquenses el triunfo a la gubernatura de Alfredo del Mazo.
Al menos que tu vivas en una burbuja…