Por: Nicolás Gochy
Al asistir al informe que rindiera la alcaldesa de Toluca luego de estar dos años al frente de la administración, quien sin duda acaparó las miradas, las emociones encontradas, y las dudas fue el ex mandatario Arturo Montiel Rojas quien para sorpresa de muchos, incluido el gobernador Eruviel Ávila, permaneció entre ellos poco más de una hora que duró la ceremonia.
Y es que pocos y pocas sabían a ciencia cierta si saludar al político seria políticamente correcto o no, la interrogante era si el estrechar la mano de quien fuera en años pasados el hombre más poderoso del estado no cayera mal en el ánimo del aun actual mandatario estatal, el ecatepense Eruviel Ávila Villegas.
Lo cierto es que sin duda era la figura principal; Martha Hilda, la anfitriona, parecía más que complacida con la presencia del atlacomulquense, al final de cuentas ella lo había invitado.
Quien no ocultó su malestar o lo intento sin mucho éxito, fue el propio Eruviel Ávila, desencajado, como pocas veces se percibía, tomó el micrófono, saludó a los presentes, a la crema y nata de la política estatal y llego asi al repaso mental de asientos en la sala Felipe Villanueva.
“Saludo con afecto, con respecto, con gratitud, a los señores ex gobernadores maestro Ignacio Pichardo Pagaza, licenciado Arturo Montiel Rojas”, fue toda la referencia al mandatario quien minutos después daría la nota, “yo regresaré el próximo año a la política”.
Y es que no era para menos entre las declaraciones que hiciera el ex mandatario mexiquense a la prensa, de lo que sí quiso hablar, fue de su estrechísima relación de amistad y camaradería con su sobrino, el actual presidente de México, el atlacomulquense Enrique Peña Nieto.
¿Aconseja al presidente, lo ha aconsejado? No, no, platicamos y platicamos bastante yo no necesito aconsejar al presidente.