Un grupo de motociclistas, tanto hombres como mujeres, se manifestaron hoy en el centro de Toluca en contra de la “Ley Chaleco”, una medida implementada en el Estado de México que exige el uso obligatorio de chalecos reflectantes con el número de placa visible en motociclistas y sus acompañantes.
Los inconformes consideran que la ley es excesiva y estigmatiza a quienes utilizan motocicletas como medio de transporte cotidiano, rodaron con dirección al palacio de gobierno del Estado de México, para hacer presencia sobre su protesta.
Con pancartas y consignas, los manifestantes recorrieron las principales calles de la capital mexiquense, exigiendo la revocación de esta normativa. Argumentan que la “Ley Chaleco” no sólo no ha disminuido los índices delictivos, sino que además les impone una carga económica y genera un clima de persecución hacia los motociclistas.
“La ley nos etiqueta como delincuentes. No todos los que andamos en moto estamos cometiendo un delito, y el que nos obliguen a usar estos chalecos con el número de placa visible nos hace vulnerables a extorsiones o incluso a ser víctimas de robo”, denunció Ana García, una de las manifestantes, quien usa su motocicleta diariamente para trasladarse al trabajo.
Otro punto de crítica fue el costo que supone la implementación de la medida. “Es un gasto extra que no todos podemos cubrir. Entre el mantenimiento de la moto, la gasolina y ahora el chaleco con placa, es mucho para los que usamos la moto por necesidad”, señaló Jorge Luna, miembro de un colectivo de motociclistas en el Valle de Toluca.
La “Ley Chaleco” fue instaurada con el objetivo de combatir la creciente ola de delitos cometidos por individuos que utilizan motocicletas para escapar rápidamente de las escenas de crimen. La medida exige que tanto el conductor como el pasajero porten un chaleco reflectante que permita identificar fácilmente el número de placa del vehículo, lo que según las autoridades, facilitaría la labor policial.
Sin embargo, los manifestantes cuestionan la eficacia de la ley y acusan que no se ataca el problema de raíz. “Los verdaderos delincuentes no van a seguir la ley. Esto es una medida superficial que nos afecta a los trabajadores y estudiantes que dependemos de nuestras motos”, comentó Martín Pérez, otro manifestante.