diciembre 28, 2024

¿Por quién suenan las campanas? El Aquelarre

 

Por: El Gordo Henry

Cuando parecía que la apertura del Estado de México hacia la diversidad sexual era prácticamente inminente (derivado – como siempre- de una acción desde el ámbito federal), fue suficiente una marcha católica en domingo de tradicional liturgia para que el gobernador pidiera a los diputados que detuvieran la discusión que reformaba un artículo del Código Civil para permitir la unión matrimonial entre personas del mismo sexo.

 

Una vez más, asistimos a un montaje desde los poderes Ejecutivo y Legislativo (el Judicial  prefiere guardar silencio y no provocar a nadie), un juego en el que incluso Eruviel Ávila apuró, ante los medios de comunicación, a Cruz Roa para sacar adelante la inciativa que se diluyó sin más la noche de anoche entre los pasillos de la Cámara de Diputados.

A partir de allí dos foros en la universidad pública estatal que ahora suenan más a broma que a espacio plural de expresión. Un rector Jorge Olvera subido en el tren de la diversidad entregando conclusiones y credenciales a un alumno transgénero que, si bien es de reconocerse, no lo exime tomar un rol en este chiste de que hacen, pero no (a lo mejor sin querer y más por solidaridad con su gran amigo Roa, lo cual demuestra su falta de cálculo político).

El domingo pasado el soberbio obispo  toluqueño Francisco Chavolla convirtió la Alameda de Toluca en su atrio, desde el que llamó a los católicos mexiquenses a proteger la familia de la antinaturalidad que representa el matrimonio homosexual. También hicieron ruido los panistas a los que nadie pela, sin embargo,  mediáticamente les salió bien el tiro. Pero ¿Por qué no hacen lo mismo para quienes delinquen desde dentro y protegidos por el manto sacro de la Iglesia? El buen juez por su casa empieza, dicen.

En fin, aún con una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la que nadie le hace caso y ya con una pareja unida bajo ese amparo legal, en el Estado de México los políticos continúan preocupándose por posicionarse para las siguientes elecciones y no para brindar más garantías a la sociedad para su desarrollo.

 

Una última: ¿Si no sólo fue la presión de la Iglesia, quién se habrá comunicado a Lerdo 300 para detener la discusión de la iniciativa? 

         

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