Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
Esta mañana varios espacios informativos destinaron muchos minutos de su valiosísimo tiempo a la realización de unos de esos sesudos análisis que se les dan para poder definir si el presidente de México debería ir o no a la reunión con el presidente Donald Trump.
Horas después el mismo presidente Trump le allanó el camino cuando de acuerdo a un despacho de la agencia Apro, Trump le mando decir a Peña que si no aceptaba pagar por el muro que van a empezar a construir que mejor se ahorre la turbosina de su nuevo avión.
Desde mi perspectiva, el presidente no tenía para donde hacerse, quiero dejar en claro que mi postura la reunión se tendría que hacer, no se podría dejar de lado nada más porque sí.
La duda razonable y el miedo atrás de la decisión es sin duda de los operadores políticos del Partido Revolucionario Institucional que saben muy claramente que haga lo que haga el presidente, el raspón que sufrirá el partido tricolor será de dimensiones más que profundas, incluso hasta de muerte para lo que viene en los siguientes meses.
Y es que es bien simple, si Peña va (que insisto, debe de hacerlo) deberá de ir con la frente muy en alto, con los pantalones (y algo más) bien amarrados y sobre todo con una dignidad que no acostumbran los priistas y que nunca han demostrado frente a nuestro socio comercial del norte.
Ese sería el mejor de los escenarios y que además le significaría al Partido Revolucionario Institucional y de refilón al propio presidente Peña Nieto, la reconstrucción de su aspiración de seguir ganando elecciones y que los últimos dos años de la presidencia fueran un paseo por las nubes.
La posibilidad de que eso ocurra y que Peña defienda con todo y como debe de ser la dignidad mexicana, es casi nula, ¿se imagina usted a Peña frente a Trump diciéndole que se vaya al carajo, que haga lo que quiera pero que el país no pagará el muro que pretende edificar?
¿Se imagina a Peña Nieto diciéndole a Trump que hay un acuerdo comercial que debe de cumplir y que si no es así, recogemos nuestras canicas y nos vamos a vender nuestros productos en nuestros mercados de barrio?
¿Imagina qué Peña Nieto le dejará bien en claro que con nuestros migrantes no se puede meter porque si los hace, nosotros sacamos del país a todos los gringos que han adquirido playas, zonas arqueológicas, zonas coloniales y han sentado sus reales en nuestro país, muchos de ellos de manera ilegal?
Yo no veo eso en el futuro de este país y de su dirigente, veo incluso sumisión, temor, miedo y hasta pavor
Así que es probable que una vez más nos oculten información, que nos distorsionen la verdad, que nos den atole con el dedo y que en unos meses más comencemos a mandar dinero a los Estados Unidos para pagar el muro del señor, que en unos meses más empiecen a llegar por cientos los deportados diarios, y que dentro de unos meses, los productos que exportábamos se comiencen a caducar en las bodegas mexicanas ante la imposibilidad de venderlas en otra parte.
Lo bueno que alcanzo a ver es que en las elecciones de cambio de gobernador en la entidad, la posibilidad de que el PRI pierda con bombo y platillo será única e irrepetible, sé que no es el sentir de todos, pero tengo amigos priistas de toda la vida que me han confiado que ni siquiera ellos van a votar por el PRI, su súper partidazo.
Peña pierde, el PRI pierde, pierden los exportadores, pero ojala que entre todas estas pérdidas los únicos que ganemos seamos los mexiquenses y después los mexicanos.
