Por: José Óscar Valdez Ramírez
Andrés Manuel López Obrador debe pronunciarse por combatir la corrupción y terminar la impunidad de estas nefestas instituciones.
Desde hace años que Petróleos Mexicanos es negocio, pero de Romero Deschamps y mafia del sindicato. La familia del magnate sindical vive con lujos que un empresario de alto nivel no podría darse, pero el líder sindicalista es la máxima prueba de un Estado obsoleto y corrupto.
Si existe justicia, el primer detenido por los escándalos de robo y fraude en PEMEX tiene nombre y apellido: Carlos Romero Deschamps. Acusado de fraude desde hace años por sus propios sindicalistas -el gobierno lo protege y encubre-, es una muestra de la impunidad y corrupción que oculta la administración Enrique Peña Nieto.
Deben de caminar y judicializar las carpetas de investigación y las averiguaciones previas deben ser consignadas, no veo que López Obrador se pronuncie por perseguir la corrupción e impunidad. En estos temas debe ser claro y pronunciarse… ¡Ya!
Para que estas personas sean alcanzadas por el brazo de la ley, «ni perdón, ni olvido» dijo su Presidente, así que es la hora de la verdad, antes de que emigren a otro país, deben ser consignados ya.
El tema Emilio Lozoya es un tema de escándalo y esta administración a protegido hasta el cansancio a Romero Deschamps y a Lozoya unos verdaderos depredadores del erario, en contra del pueblo de México.
Los mexicanos nunca hemos disfrutado del beneficio de PEMEX, sólo los Presidentes de la República, sus directores y sus lideres sindicales han gozado a más no poder el erario. Los escándalos están en redes sociales, son un hecho notorio, la corrupción de Romero Deschamps es intolerable, debe estar sujeto a investigación ministerial, no hacerlo es seguir en un Estado de impunidad y corrupción -campantemente dicen que Andrés Manuel los perdonará-.
Caso igual es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que desde que la manejó «El señor de los taxis» el enterrador del PRI, Clavillazo Ochoa Reza, adjudicó contratos onerosos en asignación directa por más de 190 millones de pesos en forma anual, contratos de telefonía celular y contratos de asignaciones de renta de flotillas de unidades automotrices sin que mediara un concurso.
Sin discutir el caso de las turbinas que se compraron y no sirven -como siempre, nadie les dice nada-, la impunidad total, al fin… el pueblo paga.
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), es la institución que más nos roba a los mexicanos, pues en lugar de verificar, encarece más las cosas pidiendo los moches de la corrupción dejando que nos roben en el consumo por gasolina, gas, hotelería y almacenes de autoservicio, sin regular nada, sólo están ahí para enriquecerse.
Rogelio Cerda Pérez es experto en transas -ha salido corrido de todos lados-, en el estado de Nuevo León fue ligado a grupos delictivos, en PROFECO se la pasa extorsionando y esta liga llega al primer círculo de Los Pinos.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) debe investigar a estas personas, desde el Procurador hasta el Director de Combustibles -su empleado, que son los reyes de las extorsiones-, y a los líderes de los gasolineros. Se deben investigar por lavado de dinero y por la venta de huachicol que legaliza la PROFECO, pues no los revisa.
Esta corrupción institucionalizada es tolerada y exigida por la Procuraduría Federal del Consumidor en contubernio con los más cercanos a Peña Nieto. Esta administración es de las más nefastas y corruptas de México.
La Fiscalía Autónoma debe investigar al Presidente y a su primer círculo «ni perdón ni olvido», nadie puede burlarse del pueblo de México.
Peña pasará a la historia como uno de los mandatarios más corruptos, el pueblo el día primero le dio su veredicto… ¡No más a su administración, no más continuidad con el fraude, la simulación, la impunidad y la corrupción!
El primer mandatario toleró los actos de corrupción de sus subordinados, es más los sigue encubriendo -la omisión es un delito-. Sus amigos, su nueva generación de exgobernadores son unos verdaderos ladrones, empoderados, pues él mismo los presumía.
Nadie se escapa, Andrés Manuel López Obrador debe pronunciarse para decir que va a investigar a todos y a todas sin distinción, los que votamos por el cambio no queremos «un borrón y cuenta nueva», queremos que se aplique la ley…. ¡Justicia, no venganza! La reclama Dios y la exige México.