Alejandro Martínez López es un nombre bastante común, pero solo eso tiene de común, él es un artista popular que desde hace varios años pone todo su empeño y el de su familia para tratar de reencontrarse con esa parte suya que le exige poner en marcha su creatividad y elaborar sofisticadas piezas del arte popular de los judas.
Casi cada año participa, lo hace con mucho gusto, desde meses antes empieza en su cabeza a planear la forma en que con papel y carrizo logrará una forma que sea sorpréndete a los ojos de quienes aprecien su arte.
Este año la imaginación le llegó, como siempre, a raudales y ha elaborado una pieza que presentará en el concurso anual de judas que se lleva a cabo en el museo Taller Nishizawa.
Un diablo de varios metros de altura, colocado atrás de un sol colorido y adornado con un par de águilas como alas será la pieza que estará presentando y que competirá con muchas piezas más de varios puntos de la entidad que tendrán el final de ser quemadas en el tradicional sábado de quema de judas.
