diciembre 23, 2024

Orgullosos de pertenecer a familias de artesanos niñas y niños de San Pablo Autopan

Orgullosos de pertenecer a familias de artesanos niñas y niños de San Pablo Autopan

Haber nacido y vivir en San Pablo Autopan hace sentir a Ariel, de 9 años de edad, todo un artesano, aprender a elaborar cestas de palma le da felicidad y le gusta, sobre todo cuando observa a su abuela, Justina Medrano Valdez, tejer bolsas y canastas, dice que ella tiene una gran habilidad que espera algún día poder desarrollar.
De origen humilde y descendencia otomí, Doña Justina tuvo que aprender una de las actividades artesanales más añejas y milenarias, nadie le enseñó a pesar de que su abuela y sus padres también eran artesanos tejedores. Han pasado 63 años desde que, por primera vez, se sentó junto a su madre para tejer sin necesidad de hilar previamente la fibra, que es uno de los principios básicos para la elaboración de canastas, sombreros, cestos y tapetes.
Recordó que una tarde recolectó las tiras de palma que quedaron extendidas en el piso luego de que sus padres concluyeron una jornada de trabajo, comenzó a tejer dejando volar su imaginación, el resultado fue una diminuta canastita que, al día siguiente junto con otras piezas, su padre llevó a vender a la Alameda de Toluca y que compraron por 10 centavos, en ese momento se dio cuenta que además de tejer por gusto podía hacerse de su propio dinero.
Doña Justina se siente orgullosa y feliz de que su bisnieta de tres años de edad, así como sus seis nietas y nietos con edades que van de los 9 a los 16 años, se interesen por aprenden el trabajo que realiza y de esta manera prevalecerá por muchos años más.
Dulce María, Karla y Leonel son los nietos mayores, le ayudan a tejer los asientos y asas para bolsas, canastas y portavasos, mientras que los pequeños como Mayte, Elizabeth y Ariel la apoyan en el proceso de preparación de la palma que consiste en azufrarla, rajarla y pintarla.
Seguir la tradición que sus bisabuelos le heredaron es lo que desea Dulce María, de 12 años de edad, porque además de mantener viva dicha rama artesanal aprende a realizar una actividad de la que pueden obtener recursos económicos. Para Elizabeth, de seis años, su abuelita es la mejor tejedora de canastas de palma y aprende de ella.
La familia Jiménez Medrano lucha todos los días para mantener las tradiciones, usos y costumbres, que dan identidad a su pueblo natal, San Pablo Autopan, agradecen el apoyo y compromiso del gobierno municipal de Toluca para que renazca la actividad artesanal.

         

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