Actualmente el cáncer de ovario ocupa el tercer lugar entre los padecimientos oncológicos malignos que aquejan a la población femenina mexiquense y, en el 80 por ciento de los casos, se diagnostica en etapas avanzadas, pues al inicio no presenta síntomas.
En el marco del Día Mundial de este padecimiento, que se conmemora el 8 de mayo, la Secretaría de Salud del Estado de México, informa que ante signos como dolor indefinido en el abdomen, inflamación abdominal, estreñimiento sin causa aparente o tumoración pélvica palpable, se debe acudir de inmediato al Centro de Salud más cercano.
Durante 2016, en la entidad se tuvo registro de 284 casos de cáncer de ovario, la mayoría de ellos en mujeres de 45 a 49 años, seguidos por el rango de edad de 50 a 54 años y de 40 a 44.
Si bien es un padecimiento que se presenta con más frecuencia en mujeres de edad adulta, también ha sido detectado, aunque en menor medida, entre jóvenes de 15 a 29 años.
Para diagnosticarlo, es necesario realizar un ultrasonido que debe completarse con estudios especializados, posteriormente, se lleva a cabo una cirugía para extirpar el tumor y realizarle análisis para determinar especificaciones del cáncer y establecer el tratamiento adecuado.
Aunque no está relacionado, este padecimiento es detectado oportunamente sólo en 20 por ciento de los casos, cuando las mujeres acuden a revisiones por problemas como ovario poliquístico, endometriosis o dismenorrea (menstruación difícil y dolorosa).
La Secretaría de Salud estatal señala que al igual que los otros tipos de cáncer, el de ovario puede curarse si es detectado en etapas tempranas.