noviembre 02, 2024

“NOS ESTAMOS CONFORMANDO QUE NOS GOBIERNEN LOS MENOS MALOS, Y A VECES, LOS MENOS PENDEJOS”.

 

 

ALGUIEN LO TENIA QUE DECIR

Estamos a unas horas de que por mandato legal, las campañas de los candidatos a puestos de elección popular en la entidad, tendrán que cesar para dar paso a lo que la ley contempla como días de meditación del voto que será libre y secreto.

Los candidatos hicieron lo que tenían que hacer, lograron lo que pudieron y penetraron hasta donde sus campañas lo lograron.

La verdad es que estas no fueron cualquier tipo de campañas políticas, hoy como nunca, las condiciones fueron diferentes.

 

Y no me refiero al asunto de la fiscalización, esa no existe, no es aplicable o por lo menos no es justo.

Mientras partidos como el de la Revolución Democrática están más que temerosos de lo que podría significar el aparente proceso de fiscalización que a ellos parece ser que si se les aplicará, los candidatos del Partido Revolucionario Institucional están dando a manos llenas.

Y es que este partido, el tricolor, ha colgado cualquier cantidad de lonas en las calles de las ciudades, pueblos y rancherías de la entidad, ha repartido volantes y trípticos en cada casa, negocio, escuela y cualquier otro lugar en donde se les ha permitido la entrada.

Ayer justamente en el municipio de Metepec, pude observar en una sola colonia a una cuadrilla de más o menos 20 personas militantes del PRI metepequense, repartiendo gorras, delantales, paraguas y bolsas de mandado a manos llenas, solo era necesario extender la mano para que se le entregará uno de los, al parecer, inagotables utilitarios de campaña.

Pero luego de tanto dispendio de recursos la gran pregunta que sigo teniendo es ¿Y en realidad alguno de los candidatos pudo convencer a los votantes? ¿Alguien de los que aspiran a ser nuestros empleados logró despertar de nueva cuenta nuestro sueño democrático? ¿Usted realmente está convencido de salir a votar el domingo próximo?

La elección la va a ganar sin duda, quien haya logrado repartir más dinero, este domingo el PRI llevo a cabo su simulacro de votación, ya saben a quién le van a dar dinero, a quien le van a cobrar la despensa, quien tendrá que pagar con el sufragio la pantalla que se le entregó “de parte del señor gobernador y del candidato”.

En algunas otras áreas y zonas geográficas me queda claro que los partidos le apostarán a romper la hegemonía del PRI y el pastel se repartirá para el PAN el PT, el PRD, Movimiento Ciudadano y todos los demás institutos políticos que están compitiendo.

Algunos, y los podría contar con los dedos de las manos, serán ganados en realidad por personas que han logrado generar confianza, que han logrado despertar una esperanza en los ciudadanos, que han demostrado con sus hechos que en realidad son políticos diferentes… corrijo, los podría contar con los dedos de mi mano derecha o de mi izquierda, da igual, al fin solo usare una mano con cinco dedos.

Tendremos gobierno legales, si claro que sí, muy legales, no tengo duda, pero lo que también tengo certeza es que serán gobiernos ilegítimos.

Un gobierno comprado a bola de billetes, pantallas, despensas, podrán denominarlo legal pero nunca podrá tener legitimidad.

Sé que mi próximo alcalde muy seguramente no será la persona por la que yo votare, mi diputado local tampoco podrá ganar la elección, y mi diputado federal acabará siendo una persona que incluso a mí ni me convence ni me agrada.

El problema es que los votantes de mi clase social cada día están saliendo menos a votar, la elección la estamos dejando en manos de los jodidos de este país, y es de ellos porque a ellos los partidos los compran, los corrompen, los obligan a votar por ellos o pierden los programas sociales que los de la clase media pagamos con nuestros impuestos.

¿Por qué a mí, y a usted que tenemos algo de cultura al practicar regularmente la lectura y ocuparnos por asuntos de nuestro diario vivir no nos ofrecen pantallas, despensas, dinero?

Porque seguramente usted, al igual que yo los mandaríamos derechito al carajo.

El caldo de cultivo son los pobres, los desempleados, las madres solteras, los comerciantes ambulantes, los adultos mayores, los cautivos de los programas sociales que el gobierno enarbola como justicia social.

Hoy una vez más las elecciones las ganará quien más dinero reparta, no llegaran en la gran mayoría de los casos las mejores mujeres y los mejores hombres, ya lo escribía una pluma más certera que la mía “nos estamos conformando que nos gobiernen los menos malos, y a veces, los menos pendejos”.

Este proceso electoral nació con una herida mortal, nunca se “levanto y resucito de entre los muertos”. La democracia no sirvió. Desde este lunes, me declaro en rebeldía de mi próximo gobierno, votaré por diputado local, lo hare por diputado federal, anularé mi voto para alcalde de Toluca. Es mi postura más congruente.

El próximo domingo, los jodidos acarreados de este estado definirán la suerte de nuestra entidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         

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