Han cumplido un total de 101 días desde que la joven Veronica Guadalupe de solo 21 años de edad fue lapidada en un predio de la comunidad de San José el Vidrio del municipio de Nicolás Romero en el estado de México, mismos 101 días en los cuales los familiares, han sido victimizados una y otra vez, primero en el penal estatal de Barrientos y ahora en la fiscalía general de justicia mexiquense.
Y es que lejos de encontrar un apoyo de parte de las autoridades estatales, el feminicidio de su hermana y de quien el principal sospechoso es quien fuera su pareja sentimental, solo les ha traído frustraciones ante una justicia que siempre y llanamente no parece llegar.
A lo lejos retumban los discursos oficiales del ex mandatario mexiquense Eruviel Ávila Villegas quien solo en el discurso prometía un mejor estado para ser mujer, para vivir sin miedo, para poder tener una familia con respeto, con amor y con castigo para cuando un hombre no quisiera que fuera así.
Más lejos aún están las promesas de campaña de quien hoy es el mandatario mexiquense Alfredo del Mazo Maza: “No es admisible que haya un solo feminicidio más en el estado de México” arengaba el político en una entrevista cuando quería ganar la simpatía de las mujeres, esas que hasta le gritaban ¡Alfredo del Mazo, eres un mangazo!
La promesa subía de tono incluso para aseverar que él, Alfredo del Mazo, hoy mandatario mexiquense, trabajaría para lograr que las mujeres “realicen sus sueños”; hoy el único sueño que tiene la familia de la mujer lapidada es que se haga justicia, que se encierre al autor de este violento crimen y que hoy, en efecto ya sea inadmisible un feminicidio más…
