Niños de San Andrés Cuexcontitlán reciben educación inicial en casas prestadas.

En los últimos 15 años los niños de origen indígena de la comunidad de la Loma Providencia en la delegación San Andrés Cuexcontitlán, han recibido su educación inicial en inmuebles prestados, ya que a pesar de las múltiples gestiones con las dependencias de educación, municipio y servidores públicos se les ha negado el presupuesto.

Esta Escuela de Educación Inicial Indígena Niños Héroes con clave 15DIN0063E actualmente recibe a niños entre los 1 y 3 años de edad de esta comunidad en una casa que además de no contar con baños, agua y luz corren el riesgo de que en cualquier momento el propietario decida sacarlos.

“Es la tercera vez que nos cambios, ahorita en esta casa había muchas goteras y gracias a las madres de familia obtuvimos la donación de asbesto y fueron 3 días de faena para poder habilitar el lugar (…) si el próximo ciclo escolar el propietario decide amablemente pedirnos su espacio empezamos otra vez de casa en casa para ver donde nos dejan seguir laborando” dijo Estela Francisco, maestra de este plantel.

Son al menos 90 metros cuadrados donde cerca de 18 niños laboran y que por las condiciones del lugar frecuentemente sufren de enfermedades respiratorias por el frio, situación que durante los últimos meses causo la baja de 3 pequeños, ya que sus madres prefirieron retirarlos de la escuela.

“De hecho una mama nos dijo que estas no eran las condiciones para tener a su hijo (…) Hemos realizado muchas gestiones con el municipio, con diputados, con el SEIEM y gobernación pero la última respuesta que nos dan, es que no hay presupuesto” señalo la profesora.

Entre los múltiples intentos por mejorar el espacio para estos niños, la comunidad realizo los trámites para ceder un predio de 400 metros cuadrados, sin embargo, las autoridades les han explicado a las maestras que para llevar a cabo la construcción es requerido un predio de al menos mil 200 metros.

Entre las tareas que realizan los infantes indígenas está el rescate de la lengua hñahñu u otomí, característica de la delegación, basado en técnicas que los lleven a utilizar ambos lenguajes y con el tiempo no se pierdan.