Como parte de las celebraciones del Día de la Candelaria, una tradición católica arraigada en México, la bendición y vestimenta de los Niños Dios continúa siendo una práctica significativa que une a las comunidades en torno a su fe y devoción.
Cada año, el 2 de febrero, los fieles católicos acuden a las iglesias para llevar consigo sus Niños Dios, pequeñas representaciones del Niño Jesús, que fueron previamente bendecidas durante la celebración litúrgica.
Esta costumbre simboliza la presentación de Jesús en el templo, según la tradición católica, y marca el final de las festividades navideñas, donde cada familia viste a su figura en torno a un agradecimiento o intención.
Este año el Niño de la Salud, del campo y la lluvia, fueron los más buscados. En Atlacomulco, decenas de personas aún durante la tarde, acudieron a los puestos para poder vestir a su niño Dios y estará a tiempo para la misa de la tarde.