Por: José Óscar Valdés Ramírez
Desde que Donald Trump llegó al poder, lo hizo mediante una palabra, el muro, de ahí nadie lo saco, como Andrés Manuel López Obrador con su lema contra la corrupción.
Trump aprovechó un liderazgo cuestionado como el de Enrique Peña Nieto, lo agarró de bandera, no había día que no lo tundiera, la nula respuesta de Peña y su tibieza dieron en el blanco.
Trump lleva en campaña 4 años, y como se ven las cosas, habrá Trump por 4 años más, terminará López Obrador su mandato del lado del bárbaro del Norte.
Conocí a Trump en Baja California Sur con un proyecto de un hotel con campos de golf, proyecto que vendía sin tener estudios de impacto ambiental -y promoviendo su negocio, la venta de Miss Universo-.
Hace cinco años que se dio este tema, los empresarios de BCS no pudieron dar el enganche de 5 millones de dólares y no se concretó el evento, después las demandas sobre el proyecto de Trump se dieron, al final perdió el juicio, de ahí la bandera de que México es corrupto.
El problema de migración se agravó y Trump se la cobró, quiere que México detenga una migración que por años los gobiernos toleraron y promovieron, las bandas de delincuencia organizada se establecieron para inundar las fronteras con EEUU, con los denominados polleros, los migrantes se volvieron una mercancía, su vida vale cero, verbigracia la matanza de San Fernando que los panistas ni se disculparon, de ahí vinieron historias de terror de los policías migratorios.
México en sus fronteras ha sido terrible con los migrantes, la delincuencia organizada se nutre de grupos de migrantes a los que asesina si no se incorporan a sus filas, así el escenario. ¿Cómo se detendrá la migración? No vienen a nuestro país, nos usan de paso, en materia de amparo se consulta el protocolo del migrante, ya no puede detenerlos la autoridad aún cuando tengan una identificación falsa siempre que demuestren que van de paso -no se rasguen las vestiduras consulten el protocolo del migrante-.
Los mismos agentes de migración les venden en la frontera las identificaciones desde licencias de conducir, INE, hasta pasaportes así que esta corrupción se institucionalizó sin que nadie la combatiera. La semana pasada levantó ámpula dar 30 millones de dólares a la República del Salvador, estos fondos provienen del Fondo de Infraestructura para países de Mesoamérica y el Caribe, aprobado por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Los recursos, que ahora forman parte del Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, cuyo principal objetivo es fortalecer el desarrollo social y combatir de manera integral las causas la migración en Honduras, Guatemala y El Salvador, formaban parte de un instrumento de cooperación mexicana creado para canalizar apoyos financieros a proyectos de infraestructura en Centroamérica y el Caribe.
Entre los años 2012 y 2016 dicho instrumento, también conocido como Fondo Yucatán, aprobó 129.7 millones de dólares en 16 proyectos destinados a 11 países de la región. De esa cantidad el 83 por ciento se invirtió en Centroamérica, nueve proyectos en Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Entre los proyectos que se impulsaron con estos recursos destacan carreteras del Corredor Pacífico, por donde circula el 95 por ciento del comercio de la región, como la autopista en Puente Chactemal y la de Villa San Antonio-Goascorán. Se invirtieron 19.1 mdd en la rehabilitación de la carretera Empalme Nejapa-Puerto Sandino; 19 mdd más en la Planta de Procesamiento de Productos Cárnicos y 25.4 mdd en el puente sobre el Río de la Paz y para la autopista al Puerto de la Libertad.
Entre 2012 y 2017, el Fondo de Yucatán también aprobó el financiamiento de siete proyectos para el Caribe; dos de ellos en Haití, donde se trabajó en la sostenibilidad del Hospital de Gonaïves con paneles solares y en la construcción del Instituto Nacional de Parteras, para lo cual se contó con un presupuesto de 2.5 y 3.62 mdd, respectivamente.
Para Jamaica se destinaron 1.8 mdd, que se ocuparon para servicios de diseño y construcción para rehabilitación de Riverton Road en Kingston; para San Vicente y las Granadinas fueron 5 mdd empleados para el remplazo del puente y protección del terraplén del rio Cumberland, mientras que para Granada fueron 5 mdd destinados a la reconstrucción del edificio del Parlamento.
En Santa Lucía se impulsaron dos proyectos, el primero fue el diseño y construcción de la planta integral y sostenible de agua potable en Dennery Norte para el que se contó con 5 millones de dólares; el segundo la reconstrucción del Hospital St. Jude, que tuvo una aportación de 2.65 millones de dólares.
El dinero saldrá de ese fondo que en México, la población desconocía, el récord de la administración de EPN fue la opacidad, y la cereza del pastel que nunca se nos consultó, Enrique Peña Nieto condonó a Cuba 500 millones de dólares en 2014, dinero que era del pueblo, dinero que se regaló.
La estrategia es correcta, no se puede parar la migración si no se dan proyectos regionales, que ofrezcan empleos. México tiene la responsabilidad de generar empleos para nuestros compatriotas, el problema es la confianza. Los empresarios una vez más han sacado su dinero del país por eso el circulante está seriamente afectado aunado a un profundo desempleo; no veo pronunciamientos de los empresarios pero poco ayudan fomentando la salida de capitales.
El problema migratorio no es tema menor, la inseguridad del país es grave, aunado a empresarios que a espaldas del Presidente hablan pestes, pero delante bajan la cabeza, les falta valor y agallas. Sus fortunas las han hecho en México, otra vez el fenómeno de López Portillo… ¡Nos han traicionado! ¡lo veo venir!
AMLO tiene un reto, ganarse la confianza de los empresarios, darles las certezas jurídicas que necesitan, el escenario está, ahí la lectura que no miente, México necesita a los empresarios para generar empleos, necesitan seguridad, pero, ante todo, el pueblo exige que se termine la impunidad, que se castigue a los responsables del saqueo a la Nación, Trump seguirá en su discurso, y si no se castigan los delitos, seremos el ariete que le facilite las cosas, para él somos corruptos, no le facilitemos sus escenarios, es la hora de la verdad.
Los escándalos de las torturas de Ayotzinapa exhiben un sistema de la extinta PGR, es un secreto a voces, la tortura como método de investigación, los culpables fabricados, ese es talón de Aquiles del actual gobierno, corrupción e impunidad ambas van de la mano y serán el ariete de Trump contra México, esa es la ecuación a resolver de la 4ta Transformación.