Alguien lo Tenía Que Decir
Por: Nicolás Gochy
Hace algunos días, el alcalde de Toluca Raymundo Martínez Carbajal anunciaba con una superfluidad alarmante que su administración había obrado el milagro de disminuir en 80 por ciento los índices delictivos que se presentaban en la capital mexiquense.
Tan solo en poco más de 20 días, el alcalde había podido lograr lo que nadie y en las peores condiciones posibles, pues la policía que le fue entregada no solo estaba francamente descontenta con la falta de pagos, sino que desde el primero de enero la capital mexiquense carece de patrullas, no hay motos, las pickups dejaron de circular y las pocas unidades que son propiedad de la comuna local no tienen la suficiente gasolina para circular las 24 horas del día; ni siquiera los caballos les dejo el otrora alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
Así, pie a tierra, como lo anuncia el priísta, logró lo que nadie había podido hacer, pasar de 81 delitos de alto impacto al día a solo 18 ilícitos cada 24 horas; esta reducción la logro en solo 24 días.
Para que pongamos en mejor perspectiva la calidad de Alcalde que tenemos los toluqueños, solo a manera de ejemplo, a la gobernadora de la CDMX Claudia Scheinbaum Pardo le tomo casi tres años el poder pasar de una cifra de 169 delitos de alto impacto al día a 99 delitos con estas características al día.
Raymundo bajo la cifra en 63 delitos al día en solo 24 días, Claudia bajo en 70 delitos al día en tres años. Y además Raymundo lo hizo sin patrullas, sin caballos, sin armamento, sin balas, sin gasolina y casi sin personal.
Se le olvido al alcalde decir que eso fue solo en sus sueños muy guajiros pues los portales especializados en la nota roja mexiquense refieren un día sí y otro también, actividades ilícitas en Toluca; secuestros, desapariciones, encobijados, mujeres levantadas, algunas otras víctimas de feminicidio y disputa de territorios es lo que hoy tiñe de rojo las portadas y el contendió de diversos medios de comunicación.
Recientemente el diputado Gerardo Lamas Pombo fue presa indirecta de la delincuencia cuando dos de sus empleados en el Bar Black Dog en la avenida Venustiano Carranza fueron atacados en sus pertenencias al arrojarles a sus vehículos bombas molotov refiriendo versiones recabadas en el lugar que la violencia pudo haber sido producto del cobro de derecho de piso de la delincuencia organizada.
El alcalde toluqueño supone que su estrategia de usar a los policías para tocar casa por casa es más que suficiente para hacer que los delincuentes se porten bien, que no salgan a “trabajar” y que dejen a la ciudadanía en paz, Raymundo supone que los malos ya aprendieron y que no harán travesuras…
Entre estas ocurrencias y aquella de Abrazos no Balazos, los únicos perjudicados somos sin duda la población de la municipalidad que cada día salimos a las calles más temerosos, más espantados y sin saber si regresamos sanos y salvos…