Por: Nicolás Gochy
Luego de la explosión que se registró el pasado sábado en la iglesia de San Pedro en la comunidad de El Cerrillo Vista Hermosa, los pobladores están inconformes con el actuar del párroco que llego a ese lugar y ahora quieren que el obispo se los cambie porque dicen que hasta sus usos y costumbres les ha legado a cambiar.
Además acusaron de que el mismo sacerdote ha impuesto un tabulador por los servicios que presta que va desde los 100 hasta los dos mil pesos por misa por lo que cuestionaron si la palabra de Dios tiene precio.
Pero lo que en realidad tiene en efervescencia a la población es que el párroco ha desechado las mayordomías que se heredaban en el pueblo y ha dado pauta a que participen otras personas retirando así el ingreso que cada mayordomía podía obtener en cada festividad del patrón de pueblo.
Incluso acusaron de que la explosión que afectó parte del atrio de la iglesia se provocó por inexperiencia y negligencia de parte de los nuevos párrocos quienes no pusieron la suficiente seguridad para resguardar el material pirotécnico, situación que cuando ellos eran los encargados, curiosamente nunca se presentó.
