Por Toño García.
Para comprender la importancia del sector salud en nuestro país, en este momento de nuestra historia, donde enfrentamos una pandemia por el coronavirus tenemos que empezar por reflexionar lo siguiente.
Si bien el artículo 4° Constitucional establece claramente la responsabilidad de la federación y de sus entidades federativas para garantizar y promover a toda persona el derecho a la protección de la salud, a un ambiente adecuado para el desarrollo integral del individuo, de la familia y la niñez; hoy la realidad del pueblo de México como sociedad y como individuos, demostró su fragilidad para enfrentar al coronavirus, mismo que afecta a cualquier persona sin importa raza, credo, condición social, preferencia sexual o religiosa.
La responsabilidad de nuestros representantes para tomar decisiones en materia de salud, no han contemplado lo frágiles que somos ante la amenaza que atenta contra la vida humana de forma natural y progresiva; los últimos gobiernos de México no invirtieron lo suficiente en ciencia y tecnología, tampoco en desarrollar ambientes sustentables y adecuados para el desarrollo del individuo donde se tenga una convivencia integral, tampoco se ha logrado el objetivo universal del acceso a la salud sin cobro alguno y la creación de más hospitales, aquí esta nuestra responsabilidad como sociedad al no exigir estos derechos ni tampoco previendo lo vulnerables que somos fuera de la burbuja del consumismo inútil.
En lo que respecta a la responsabilidad individual; tenemos que reconocer que los consultorios de medicina preventiva ¡están vacíos! y que solamente acudimos al médico cuando hay dolencia o malestar de manera reactiva al mismo, creemos que la medicina es la cura a cualquier mal, predomina la vida sedentaria y la mala alimentación, pocas horas de sueño, aunado a que el medio ambiente que hemos creado es antinatural, pues el ruido, el esmog y el estrés son parte de la vida cotidiana.
A lo anterior le sumamos que a nuestra sociedad le han vendido la idea de que “es más importante el sueldo de un futbolista, estrella de cine, político o cualquier otra profesión lucrativa; a la de un doctor, enfermero o personal de limpieza que recoge cualquier desecho o miembro mutilado humano”. Mencionar que en el ánimo del neoliberalismo y para ahorrar presupuesto al estado ¡se han mutilado conquistas laborales de los trabajadores de la salud evitando con ello su profesionalización!
Esta visión se confirma en nuestra sociedad con los primeros lugares a nivel mundial en obesidad, diabetes, presión alta, enfermedades renales y más de la mitad de su población adulta, en plena senectud, viviendo al día o explotados como cerillos en tiendas departamentales (ejemplo); una sociedad donde el individuo es el principal responsable de su alimentación y el gobierno es responsable de generar políticas públicas para mitigar estos males; es la sociedad que está en riego de contagio y quizá de perder la vida, y el gobierno vivir un posible colapso del sector salud.
Con este panorama general del cual somos responsables y herederos, en el que se han formado y forjado instituciones particulares de medicina, IMSS, ISSSTE o cualquier sistema de SALUBRIDAD ESTATAL es con lo que vamos a enfrentar al covid-19, donde su fortaleza es la consecuencia de nuestra mediocridad como sociedad o individuo para exigir y construir un derecho fundamental para la vida de todos ¡la Salud!
Pero no todo está perdido, mujeres y hombres conscientes del riesgo de su profesión o el hecho de haber aceptado laborar en cualquier hospital del sistema público están dispuestos a servir, a salvar, a ayudar al prójimo sin importar consecuencia alguna, que su familia le espera en casa y no saber si va a regresa bien o contagiado, de manera eficaz con lo que tenga a la mano, con lo que se pueda científicamente aceptable, como se pueda y con lo que sea ¡estará ahí para salvarte la vida!
Son las mujeres y hombres que hacen los números de las instituciones, doctores, personal de enfermería, intendencia, administrativos, seguridad, laboratoristas, radiólogos, nutricionistas y todo el personal que está al servicio de cualquier hospital ¡no dudes! que estará dispuesto a ayudarte en esta contingencia, que está dispuesto a ver que si lo requieres regreses a casa ¡sano y salvo! que pese a las críticas y mentiras de la prensa que busca privatizar el sector salud, encontraras más historias de agradecimiento y de vida entre propios y extraños.
Hoy el pueblo de México requiere de unidad para enfrentar la pandemia del coronavirus, unidad para ayudar a quien lo necesite, a no difundir mentiras consecuencia de nuestras carencias e ignorancia, es momento de ayudar a los verdaderos soldados, a los que están en la línea de fuego llamada hospitales “los héroes no se pueden quedar sin parque”…