Por: Nicolás Gochy
Un día antes, el gobernador mexiquense Eruviel Ávila Villegas había estado en el municipio de San Mateo Atenco anunciando entre otras acciones, que el estado de México estaba preparado para enfrentar inundaciones que afectaran a la población.
La noche de ayer y a solo 24 horas de que el mandatario presumiera que se habían limpiado más de 600 kilómetros de cauces, poco más de 300 familias vieron afectado su patrimonio al inundarse sus viviendas producto de una intensa lluvia, de esas que el mandatario había dicho que ya no afectarían a la población.
En el barrio de San Pedro de San Mateo Atenco cientos de personas vieron como en el transcurso de la noche las aguas entraban hasta sus hogares dañando todo lo que se encontraban a su paso.
Libreros, televisiones, camas, colchones, ropa y todo lo que se encontraba en las partes bajas de sus casas fueron arrasados por la lluvia lo que los obligo a trabajar durante toda la noche para intentar sacar el caudal que inundaba sus viviendas.
“Apenas ayer había venido el gobernador a decir que ya estaban preparados para evitar inundaciones y mire ahora, perdimos lo poco que teníamos, mandaron algunas máquinas pero, otra vez como siempre están tapando el pozo cuando el niño ya se ahogó”.