Por: Nicolás Gochy
Como cada año, las dependencias que tienen oficinas públicas en la zona centro de la capital mexiquense llevaron a cabo un simulacro de desalojo de áreas ante un hipotético movimiento telúrico.
A 31 años de la tragedia, poco se ha aprendido pues las dependencias y sus órganos internos de protección civil no lograron disminuir los tiempos de respuesta pues a pesar de ser un evento anunciado, los ocupantes de los edificios tardaron un total de tres minutos para lograr el desalojo seguro.
Esto significa que si se repitiera un evento como el del 85, la mayoría de las personas hubieran sido sepultadas por los escombros pues el evento de hace 31 años solo duro dos minutos y provocó miles de muertos atrapados por los escombros.
La norma internacional en la materia marca que el desalojo se debe de hacer en un tiempo máximo de dos minutos y 30 segundos para el personal que ocupe los pisos más altos, mientras que los de los primeros pisos deben de moverse de tal manera que posibiliten la salida del demás personal sin detenerse hasta estar en la zona que se ha delimitado como segura.
De esta manera, personal del ayuntamiento de Toluca y de la Cámara de Diputados local, como cada año, solo cumplieron con la foto, rompieron la monotonía laboral y dieron por cumplida la ley que los obliga a realizar dos simulacros de estos por año.