Por: Nicolás Gochy
A pesar de que desde hace 20 años funcionan como un centro educativo para las etnias indígenas en el municipio de Toluca, a la fecha no cuentan con ningún plantel establecido y en forma para dar el servicio a los menores y a sus padres, y si bien tienen ya un terreno que les fue donado, hace cinco años toman sus clases solo cuando el clima se los permite pues entre otras carencias no cuenta con techos.
Enclavado en la comunidad de San Cristóbal Huichochitlan, donde comparten vecindad con el actual presidente municipal electo de Toluca Fernando Zamora Morales, dos maestras han recorrido cualquier cantidad de instancias oficiales tanto del gobierno local como del propio gobierno mexiquense para que les puedan aportar los elementos necesarios para contar con un plantel digno.
Las carencias son muchas, faltan techos, aplanados, herrería, vidrios, pisos, baños, energía eléctrica y un largo y abundante etcétera, es más, se puede enumerar más rápido lo que tienen: unas paredes, dos maestras y una veintena de niños indígenas que quieren aprender, y quieren ir a una escuela digna.
Lo cierto es que ha iniciado ya un nuevo ciclo escolar y a unos kilómetros de donde despacha el gobernador mexiquense Eruviel Ávila, ese que se autonombra el gobernador de la educación, las carencias son más que evidentes para un grupo de niños que no pertenecen a la clase social del mandatario ni a la etnia del alcalde electo de Toluca.
