Por: Nicolás Gochy
Hace algunos meses, le presentamos el caso de la escuela de educación inicial indígena «Niños Héroes» de la comunidad de la Loma La Providencia en San Andrés Cuexcontitlan del municipio de Toluca, hoy que regresamos a ver cómo les había ido, nos dimos cuenta que si bien han logrado conjuntar apoyos, aún faltan muchas cosas por resolver.
Y es que a decir de las maestras de la institución, han estado recorriendo casi todas las oficinas que pudieran tenderles una manita para apoyar la educación indígena en lengua otomí que imparten las maestras y solo algunas puertas se les han abierto.
Uno de los que los apoyo fue el presidente municipal de la capital mexiquense, docente de formación Fernando Zamora quien, “aunque sea de a poquito pero nos ha estado ayudando, nos dio cemento, grava, arena”.
No corrieron con la misma suerte con la secretaria de educación estatal Ana Lilia Herrera Anzaldo quien les remitió un rotundo no a las aspiraciones de poder contar con una escuela digna para sus 16 pequeños de diferentes edades que están cursando la educación inicial.
El instituto encargado de construir escuelas, fue otra de las dependencias que simplemente les dijo que no cumplían con los parámetros y sin importar los menores les rechazo su solicitud de apoyo.
Pero ha sido tal el coraje de estas maestras por tener una mejor escuela que hasta a las asociaciones civiles han recurrido y estas gestiones si han dado resultados.
Emocionadas cuentan que ya tienen la palabra de la asociación Construyendo quienes les darán una aula completa para sus alumnos, solo les pidieron que les ayudaran con los jornales para nivelar el terreno y todos, padres, madres, hermanos, maestras, vecinos y colados le han entrado, el terreno está listo y en breve iniciarán la construcción de su primer aula propia, la que ocupan actualmente es prestada por una vecina.
Les falta mucho sin duda, por ejemplo todos los servicios, pero también les sobra mucho carácter y si es necesario comenzarán una vez más a tocar puertas, saben que al final del día, unas cuantas se abrirán para ayudar a sus niños que estudian en español y buscan conservar el otomí como su lengua madre.