Por: José Oscar Valdez Ramírez
Anteriormente se decía en el argot de los abogados: «En el amparo lo arreglas», todos sabemos que si en un lugar se arreglan los juicios es en el fuero común, ahí no hay justicia, hay líneas y dinero pero ahora… ¡sorpresa! La corrupción permeo al Poder Judicial Federal (PJF).
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se ha vuelto un sindicato de familiares, más del 50 por ciento son familiares, el nepotismo a todo lo que da y no son sueldos bajos, son los más altos que existen, mínimo son de treinta y cinco mil pesos -los sueldos ostentosos, las escoltas, los asesores de los ministros son reyes que no rinden cuentas a nadie-.
Se entiende que para estar en el Poder Judicial de la Federación se debe estar capacitado -ya vimos que no-, solo debe ser familiar, conocido de un juez o magistrado o bien cuate de un ministro, el nepotismo es corrupción, es por ello que la SCJN debe desaparecer al igual el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), que depende de la Suprema Corte.
El poder los 11 Ministros es absoluto ponen, quitan y salvan a sus incondicionales -jueces y magistrados ineptos y corruptos-, sería interesante que el CJF dé a conocer a qué jueces y magistrados ha sancionado y a quiénes ha salvado la SCJN, se van a espantar de 500 sanciones.
La SCJN las congela a todas, sólo pasan las sanciones de los que no están protegidos por la red de corrupción que se maneja desde la Suprema Corte, todos los ministros tienen a sus protegidos, a sus incondicionales, que siguen ahí por corruptos e ineptos pero protegidos por ser los lambiscones de los ministros.
Desde la SCJN el contubernio con la PGR es fatal todo está a modo, el Poder Judicial tiene lo que se denomina jueces de consigna, aquí es donde se acaba la autonomía del PJF y empieza el contubernio con la PGR -la justicia al mejor postor-, la justicia a quien ordenen desde Los Pinos.
La Procuraduría General de la República es un monstruo de corrupción menos de justicia, fábrica de culpables. En este contubernio, la triada de los Cervantes debe estar en el banquillo de los acusados al igual que los bufetes de abogados que negocian sus asuntos, no los litigan.
Los despachos de expanistas y priístas deben ser llevados al banquillo de los acusados, la última fabricación fue la de la maestra Elba Esther Gordillo,burda, sin pruebas ante la complacencia de la PGR y la complicidad de la SCJN -que saben las cosas turbias, hacen y ocultan todo-, son la simbiosis perfecta de la corrupción.
El Poder Judicial de la Federación manipulado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Procuraduría General de la República, ambas sirven al mismo patrón ‘al dinero y a la injusticia’. La PGR debe desaparecer, pero se deben fincar responsabilidad a todos los procuradores pasados, que rindan cuentas de sus patrimonios y de las causas penales que tuvieron a su cargo.
La SCJN y la PGR son las instituciones que aportaron su granito de arena para sacarlos de Los Pinos, son parte del sistema corrupto del Partido Revolucionaro Institucional que no debe regresar, los despachos de abogados que han usado estos mecanismos facciosos también deben de ser investigados.
No más impunidad para nadie, no más indagatorias por encargo, no más ordenes de aprehensión por jueces a modo de consigna, no más amigos ni compadres en el poder judicial, no más amiguismo en una institución que imparte justicia, donde los jueces piden mordidas a cambio de hacer su trabajo.
Ya me tienen medido los secretarios de juzgado, a escondidas dicen: «Ahí viene a ese Doctor Óscar Valdez a chingar», ése que mete amparos contra el gobierno y ataca a la institución -hazla cardíaca, orden del titular-, y así se dicen impartidores de justicia, bien por la imparcialidad.
Pero cuando llegan los asuntos recomendados les ponen alfombra roja, esto debe de terminar, la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe recuperar el respeto del pueblo de México… ¡No más SCJN con ministros mafiosos a modo, que reciba líneas desde Los Pinos y que sirva a los intereses de la Procuraduría General de la República!
No más una PGR que es manejada por despachos a fines de la triada de los primos de los Cervantes y que en un alarde de temeridad dicen que Andrés Manuel López Obrador se las pela, así de soberbios o así de consientes que la impunidad para ellos está garantizada.
Todo esto no se dará si no existe un poder autónomo, es claro que una Fiscalía Autónoma les da miedo a propios y a extraños, Peña Nieto no quiso, sabía los riesgos de ser acusado y por eso se opuso a un Fiscal Autónomo, pero Andrés Manuel tiene legitimidad, no puede perdonar lo que se robaron los allegados al actual Presidente y a sus subordinados de la SCJN y la PGR. «Ni perdón ni olvido».
Tampoco se pueden poner fiscales a modo, México merece justicia, no más una PGR manejada por bufetes de abogados, no más PGR que es un títere y rehén de los intereses de Los Pinos, no más justicia por encargo a los enemigos de Enrique Peña, no más SCJN que sirva a Los Pinos como subordinado.
No más corrupción ni nepotismo en el Poder Judicial de la Federación hoy más que nunca hace falta la autonomía, legalidad e imparcialidad en las instituciones impartidoras de justicia, México no merece más de lo mismo, votamos por un cambio no por una continuidad, urge democracia e independencia en la impartición de la justicia.
No más impunidad, no más corrupción, por eso votamos y botamos al PRI, la SCJN y la PGR sirven a un mismo fin, la corrupción y el nepotismo son empleados de Los Pinos y enemigos de la nación.
México exige «ni perdón ni olvido», no un «borrón y cuenta nueva», México reclama justicia, y hoy ni es pronta ni es expedita ni mucho menos gratuita…