Por: José Óscar Valdés Ramírez
Hace días se volvió tendencia la denuncia en contra de una campaña de publicidad en contra de la Campaña de Andrés Manuel López Obrador, cuando era candidato, de inmediato brincaron expresidentes de la República, rasgándose las vestiduras alegando que es una vendetta, nada más alejado de realidad.
Es un fraude y un desvío de recursos que no debe volver a pasar -los que participamos en la campaña sabemos de esto-. Las reuniones donde los priistas gritaban que no llegaría, que tenían todo el dinero para operar, que moriría, que el sistema no lo dejaría llegar.
Varios personajes de primer nivel hicieron reuniones en sus casas conspirando, se volvió deporte nacional el análisis, diciendo que AMLO no llegaría, que se noquearía solo, que no le convendría llegar, que solo estaba por el dinero del partido de Morena y que terminaría con su tercera derrota, hasta se habló de que no iría al debate pues lo harían talco, nosotros solo escuchábamos.
Desde la oposición de las filas de las Redes Sociales Progresistas, sin presupuesto, sin poder, solo nos daba darle ánimos a nuestra gente, no había más. No teníamos recursos, no teníamos poder, solo deseábamos el cambio, el voto del hartazgo, el voto contra era nuestra apuesta, y aunque no queríamos, nos tragamos toda la mala publicidad.
Una campaña brutal contra AMLO que se acrecentaba cada día que se acercaba la elección, sin recursos, sin medios, nos dimos a la tarea de boca en boca empezar a poner dos escenarios, seguir como estábamos, donde el PAN, Fox y Calderón solo se enriquecieron, llegaron para hacer bisness. EPN estaba en un plan de saquear al país sin que nadie le dijera nada, sin que nadie levantara la voz.
El dios Cronos nos dio la razón, ganó el hartazgo de la corrupción, el voto contra la impunidad, el voto en contra. Ganó AMLO el pueblo de México levantó la voz. Ya desde entonces se manejó la campaña de ser como Venezuela -que para allá vamos-.
Una campaña que sigue en medios, una embestida que no termina, piden paz y no dejan de insultar. El deporte nacional ahora es de ser pitonisa, de predecir el futuro de que AMLO está enfermo que se va a morir, que se le va a cansar el caballo y que nos irá mal a los mexicanos.
Veo la moneda estable, no veo desabasto, veo un ataque frontal al robo de combustible cosa que PAN y PRI toleró, a este tema Profeco se ha hecho «ojo de hormiga», no ha consignado a los empresarios que daban el entre, y que les permitan vender litros de a 800 ml., aparte vender huachicol, es una asignatura pendiente.
El llevar a los responsables a la justicia es necesario, una contienda totalmente inequitativa no se puede permitir en una democracia volver a permitir estas conductas que pueden ser tipificadas como delitos, ya amenazan con demandar con estrategias legales -solo les recuerdo que sus representantes legales no saben litigar, litigan desde el poder, con el favor de la autoridad, mismo que esta ocasión no tendrán-. La ley por fin será justa, sin transas, sin impunidad.
Será interesante ver los litigios que vienen, será un mercado interesante para los abogados, esto apenas empieza, se terminó la impunidad, aplicar la ley a rajatabla es parte de la Cuarta Transformación.
Votamos para que se aplique la ley, tenemos nuevos delitos, para los opino logos que hablan de la ley que no es retroactiva solo en beneficio no en perjuicio, serán los que tendrán que realizar su estrategia de litigio, tendrán que estudiar teoría del delito, se acabaron los telefonazos de Los Pinos a la PGR.
Se acabó el pacto de juicios, se terminó la dinastía del PAN y del PRI, son una oposición inexistente, no hay quien levante la voz, son polvo de aquellos lodos. Los que hoy se apoderaron de las posiciones políticas de sus partidos para obtener fuero, se dieron un balazo en el pie, no tienen voz ni discurso «para poder tener la lengua larga hay que tener la cola corta».
Lamento informales que ahí no dan una, el Pacto por México los condenó, si no inician cuadros nuevos, sangre nueva, si no terminan de tajo con lastres del pasado, sencillamente la oposición no tiene futuro, están heridos de muerte.
Les toca convencer al electorado que son diferentes a los últimos gobiernos que administraron.
Llegó la hora de aplicar la ley, llegó la hora de terminar con la impunidad, habrá bastante trabajo para los abogados.
Señoras y señores, ciudadanos de México, entra en escena, la Fiscalía General de la República (FGR). Lo que pase de ahora en adelante será solo su responsabilidad… ¡No hay más!