Por: José Óscar Valdés Ramírez
En este siglo I a.C. en Roma existían los siguientes partidos políticos: El partido popular, representante de la democracia, con Catilina y posteriormente de las ideas que simbolizó Cayo Julio César y que condujeron a Roma al Principado [Antigua Roma] de Augusto [época imperial] -algo así como el PRI-.
El partido republicano -tipo PAN- que estaba dividido en dos facciones:
- La una pretendía organizar la República en beneficio de los intereses populares (Tiberio Sempronio Graco)
- La otra facción, organizar la República en nombre de la aristocracia (Lucio Cornelio Sila )
El partido conciliador o «el partido de los hombres honrados».
El jefe de este partido era Cicerón y los conciliadores esperaban poder salvar la libertad por la concordia de todos los órdenes -tipo Morena-.
El problema es que estos partidos acabaron siendo opacados por el poder, algunos fueron destruidos y otros simplemente comprados o reprimidos, a la llegada de la dinastía de los severos, los antoninos fueron los protagonistas del periodo más próspero y feliz de la historia de Roma, fueron buenos años. Pero el deterioro del Estado bajo el reinado de Marco Aurelio y de Cómodo, se apoderó de las estructuras administrativas, políticas y económicas.
La fisura es eminente con el advenimiento al poder de Lucio Septimio Severo que fue emperador de 193 D.C. hasta el 211 D.C. Los severos mostraron una cara cruel y brutal, gobernaron de la mano del poder del ejército y muchos historiadores le llamaron «La edad de hierro del Imperio», pues se da la crisis del siglo III D.C., del 235 al 284, cuando llega al poder Lucio Septimio Severo.
Un norteafricano noble y mixto romano-púnico-bereber, fue escalando puestos en la administración y en el ejército de Roma fue su ascenso gracias a la muerte de Pertinax por los pretorianos, y a la adjudicación de la Púrpura imperial al rico Senador Didio Juliano. Severo, suprimió a la guardia pretoriana -algo así como lo era el Estado Mayor Presidencial en México-, y creó una nueva guardia.
Después se dirigió contra Oriente donde venció a Pescenio Niger desde Siria, quien se le oponía, tras dos años de una dura guerra civil Niger fue derrotado y asesinado a orillas del Éufrates, mientras trataba de huir a las tierras del rey Parto. Severo mandaba a asesinar aquellos que deseaban desafiarlo y ponía incondicionales en los cargos, borrando a la oposición.
En México, después de la arrastrada que les dio AMLO se dio una nueva configuración al mapa político nacional, y lo más grave, se extinguió la oposición, pero aquí se extinguió sola, salvo el PAN que conserva su posición aunque dividido, se mantiene. Pero el PRI en verdad no tiene madre, se puso del lado de MORENA en el Senado y en la Cámara va de la mano en todo.
En las leyes agresivas que van contra los ciudadanos y las instituciones para su desmantelamiento, el Partido Revolucionario Institucional ha sido comparsa de MORENA, basta ver el tema de la CNDH donde dio sus votos en el Senado para pasar a la nueva presidenta cuestionada por ONG’s nacionales y extranjeras por su inelegibilidad al tener un cargo partidista.
El PRI sigue haciendo daño a México, no sabe ser oposición sigue de aliado de Morena -en lo que se denomina Primor- y sin recato levanta el dedo para votar en la Cámara de diputados y en la Cámara de Senadores.
El PRI teme a ser investigado, en la Cámara baja está el primer círculo de EPN, todos se dicen inocentes, que no han robado, que es una cacería de brujas, los secretarios de Peña Nieto no tienen madre ni descaro.
Ruíz Esparza, sus delegados oficiales y secretarios, solo dicen que el tema es mediático contra ellos, en la Cámara sus diputados dicen que apoyan a la 4T, deben apoyar a México, a sus votantes, no ser comparsa a cambio de impunidad. Sigue el PRI causando un daño al país, son comparsa de Morena en ambas cámaras, votos a cambio de impunidad, me pregunto: ¿esto no es corrupción?
Los diputados del PRI del primer círculo de EPN deben ser investigados y separados del cargo al igual que los que están en el Senado, no podemos permitir los mexicanos que los congresistas ahora estén negociando impunidad por reformas, el PRI sigue haciendo daño, no se ha ido, piensa que se salvará.
Toca al electorado saber quién está del lado del pueblo y quién no, la oposición necesita congruencia y honestidad, hoy la lectura es que carece de ambas, solo tiene una carta que está jugando, la comparsa a cambio del silencio, las reformas a cambio de la impunidad en palabras de Caparoso, el dinosaurio sigue ahí…
