Por Toño García.
El llamado a combatir el coronavirus por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, es certero en tiempo y forma, pues, fuentes científicas confirman que ha terminado el tiempo de importación del virus, y hoy, al ya existir una población menor o quizá inmune dentro de nuestro país ya contagiada, no se descarta que este virus viaje y se traslade por contacto humano entre unos u otros; y con el fin de evitar la propagación “es necesario quedarnos en casa para evitar un posible contagio” considerando que no todos somos vulnerables ante tal virus ni nos va atacar de la misma manera a unos o a otros, siendo el adulto mayor la población más vulnerable ante tal virus.
Lejos de este llamado también existe el populismo mediático, políticos que son todólogos, expertos en la interpretación médica, biológica y científica del ¿cómo? atender esta emergencia sanitaria que está viviendo el mundo desde sus municipios y gobiernos estatales, quizá, para tener acceso a algún presupuesto extraordinario de emergencia, hacer campaña política para posicionarse mediáticamente o en pleno uso de su ignorancia contribuyendo con ello la FAKE NEWS MEXICANO y por consiguiente al amarillismo informativo, con ello generando caos a lo tonto, aprovecho para preguntarles ¿entre sus gobernados no tendrán algún Especialista Medico a quien consultar o con quien apoyarse para que una mujer u hombre de ciencia nos diga que hacer?
Entre el llamado certero, veraz, oportuno del gobierno federal y el FAKE NEWS MEXICANO de los gobernadores y presidentes municipales (con sus honrosas excepciones) estamos los ciudadanos, como usted o como yo, quienes depositamos la confianza en las autoridades para hacer lo propio y lo prudente buscando en todo momento el bien común. Este bien común se rompe desde el momento que no todos tenemos las mismas oportunidades materiales y económicas, cuando más de la mitad de ciudadanos que conformamos México vivimos en pobreza, cuando no todos tenemos garantizado el derecho a la salud y por consiguiente a una atención medica digna; cuando tenemos que salir a trabajar para llevar el pan de cada día sin importar la contingencia sanitaria y viviendo en medio de dos fuegos “morimos de hambre o por un virus”.
Mientras en las ciudades el vendedor ambulante sigue ofreciendo sus productos, los supermercados están a tope esperando por los clientes, el taxista recorre la ciudad en busca del pasaje que le dejara un centavo, en el metro en la CDMX siguen los empujones por abordar y descender del tren quizá con menos personas, las fritangas de la esquina siguen a la orden, los niños no paran de jugar y también se aburren en el encierro, los hospitales están a tope en sus salas de urgencias por temerosos incrédulos de un simple “catarro”, donde los mismos hospitales reportan una alza de enfermedades virales como el sarampión, escarlatina, rubiola, varicela y el aumento de presión alta, diabetes y uno que otro lesionado u embarazo que del mismo coronavirus, en ciudades libres de esmog y sin trafico vehicular.
El miedo no es por contaminarse, el miedo es por ¿Cómo vamos a vivir sin ingresos en esta cuarentena? ¿Cuánto me va a costar atenderme en un hospital ante la falsa información que ponen a los hospitales sin insumos para la atención? ¿El coronavirus mata? ¿Cuánto durara esta “pandemia” (todavía no declarada en México)? La respuesta a estas preguntas la podemos encontrar en el apoyo de la familia o en una buena amiga u amigo.
Pero hay algo más sorprendente ante esta supuesta crisis sanitaria que vive México, pues hasta el día de hoy se reportan 800 casos de contagio, los cuales no todos van a morir, la mayoría de los pacientes se irán recuperando poco a poco; y aunque usted no lo crea ya empezaron las alarmas en una población de más de 120 millones de habitantes con poco más de 800 casos según cifras de la secretaria de salud. Irónicamente en un país donde hay más muertes por diabetes, sobrepeso, alcoholismo, y donde las alarmas no son ni una cuarta parte del FAKE NEWS MEXICANO de hoy día por coronavirus en redes sociales y medios de comunicación masivos.
En su oportunidad en la exposición de la cumbre mundial del G-20 el presidente de la republica fue certero en tres peticiones a la organización de naciones unidas “se garantize por igual el acceso a medicamentos a todos los pueblos del mundo para combatir la emergencia sanitaria” “evitar políticas arancelarias unilaterales que favorezcan el monopolio” “estabilizar el precio del petróleo que afecta directo a la economía del mundo”.
Ante todo esto y el caos que ha creado la aparición de este virus hay algo más emotivo entre nosotros que nos debe hacer reflexionar y unirnos en la búsqueda de una sociedad mejor y que si implicaría hacernos vivir a cualquiera de nosotros; hay personas que nunca han viajado a ninguna latitud del mundo, nunca han nadado en un rio, lago u mar alguno, no han vivido un amor, una pasión o un sentimiento y el hecho de no vivir esto en nuestro paso por el mundo, es lo equiparable al temor que enfrentamos como seres humanos y como sociedad por lo que se puede dejar de hacer y vivir por la muerte por coronavirus…
