noviembre 13, 2024

La lección de la elecciones del 2017: entre Pirro y Linio Craso.

La lección de la elecciones del 2017: entre Pirro y Linio Craso.

Por: José Óscar Valdés Ramírez
La lectura de las elecciones del 2017 nos deja como ciudadanos un descontento por la opacidad en el manejo de las cifras y por la falta de transparencia el negarse a abrir las casillas, lo que es digno de una República bananera.
El que gano debe tener valor moral para ser incuestionable y eso sólo se da en un marco de legalidad y transparencia. Así, el que pierde acepta que el voto no le favoreció, pero dar paso a dudas con urnas llenas con votos inflados, es una herida de muerte a la democracia, y deja más cuestionamientos que certezas, en el argot de los contadores, «me checa pero no me cuadra».
Que el PRI gane la elección con todos los recursos a sus disposición es inequitativo, no existe un diario nacional ni un articulista serio que dé por buena la elección, todos coinciden -una elección de Estado-, una imposición del centro, un «Aquí sólo mis chicharrones truenan», pisando a todos los contrincantes y envalentonándose para el 2018.
El Revolucionario Institucional evoca a Pirro, rey de Epiro, quien logró una victoria sobre los romanos con el costo de miles de sus hombres, tácticamente vencedor de modo, aunque tal victoria terminó siendo desfavorable para él, se dice que el Rey Pirro al contemplar el resultado de la batalla, exclamó: «otra victoria como ésta y perderé la guerra volviendo solo a casa», de ahí el dicho es una ‘victoria pírrica’.
Así le fue al partido tricolor, perdió más de un millón de votos con el PRD y más de un millón ochocientos mil votos con MORENA; ganó la elección por una diferencia menor de doscientos mil votos, y es la elección más cuestionada, cara y cerrada en el Estado de México.
Nada que celebrar con tequila Dragón en Los Pinos.
Apostarle a que, con todos los negativos de EPN y del PRI, ganaron la voluntad popular es un error, en un país democrático las elecciones serían nulas; se quejan de Venezuela en el discurso y en la práctica son idénticos.
Para la oposición un craso error. Hace más de dos mil años, Marco Linio Craso, un general Romano se lanzó a la conquista del imperio de Partia (ubicado en la zona del actual Irán).
No planeó bien la guerra, es más, fue con prisas en todo momento y eso se notó en la ejecución de las estrategias.
En la primera contienda, su ejército fue derrotado con creces, incluso su hijo falleció; su ambición por apoderarse de la fortuna de Partia le pudo.
Unido a la desgracia de su hijo y a la presión del ejército que quedaba, fue obligado a rendirse, de ahí la frase ‘Craso error’, eso aplica a la oposición en México.
El 2018 es de alianzas, solos no pueden, ni el PRI ni nadie. La oposición de las izquierdas debe dejar sus egos si desean gobernar México, en el 2018 debe legislarse ya la segunda vuelta, en esta administración no lo van a hacer, las candidaturas ciudadanas son letra Muerta.
El 2018 será del que logre más aliados, los ciudadanos debemos salir a votar, nos gobiernan con menos del 50% de la votación del padrón electoral, nos toca organizarnos como sociedad civil.
Existe un vacío que no lo llenan los partidos políticos, su oferta no atrae a los jóvenes ni al electorado, con comicios como estos del 2017, donde el PAN no pudo con Coahuila con todo y el Moreirazo, donde Nayarit por el asunto del narco fiscal era impensable ganar, en Veracruz con un Gobernador cuestionado, y el Estado de México donde se desdibujaron, craso error.
En el 2017 perdimos los ciudadanos, y ganamos más de lo mismo; ahora viene el año de Carranza, porque el de Hidalgo ya no alcanza… ¡Pierde México!

         

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