Por: José Óscar Valdés Ramírez
“No deshonra a un hombre equivocarse, lo que deshonra es la perseverancia en el error».
Benito Juárez
Juárez defendió los intereses nacionales a capa y espada, aún cuando los conservadores traicionaran a la Patria trayendo a México en 1864 a Maximiliano y Carlota de Habsburgo en calidad de Emperador y Emperatriz de la nación. Con el siguiente párrafo de la carta redactada por Juárez a Maximiliano, el Benemérito de las Américas describe sin quererlo, múltiples y aún vigentes episodios de la Historia:
“Es dado al hombre, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la Historia. Ella nos juzgará”. – Benito Juárez en su Carta a Maximiliano 1864.
De Benito Juárez, tan de moda ahora citado por la 4T al cansancio, debemos rescatar cosas interesantes, desde “Memorias para mis hijos” hasta la “Carta de Víctor Hugo” donde le ruega por la vida de Maximiliano. Me obsequió el maestro Humberto Benítez Treviño unos libros donde explica la grandeza de Juárez -obligado leerlos-.
El maestro Benítez quien se ha vuelto un referente en el tema de Benito Juárez, estudioso como lo es, ha analizado vertientes y abrevado fuentes para entender al hombre, al pilar de México, las Leyes de Reforma, la desamortización de los bienes eclesiásticos, la separación Iglesia-Estado, que sólo entenderemos cuando viajemos al Perú y veamos los inmuebles que son del clero, poseen una placa en el Centro Histórico con el logotipo de los Dominicos; allá la separación nunca existió, tan es así que reza lo siguiente:
P R E Á M B U L O EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRÁTICO, INVOCANDO A DIOS TODOPODEROSO, OBEDECIENDO EL MANDATO DEL PUEBLO PERUANO Y RECORDANDO EL SACRIFICIO DE TODAS LAS GENERACIONES QUE NOS HAN PRECEDIDO EN NUESTRA PATRIA, HA RESUELTO DAR LA SIGUIENTE CONSTITUCIÓN.
En México, el Estado laico es fundamental, es herencia Juarista, aunque la educación superior, en gran parte de universidades privadas, es de origen y principios católicos. Recientemente hemos escuchado al cansancio Juárez y su grandeza, siguió una norma simple: privilegiar la capacidad a la lealtad. Juárez tenía gente en su gabinete más brillante que él, por eso brilló tanto. Tenía un gabinete de Republicanos que todos hicieron Historia, pero Juárez los aglutinó.
He leído como hablaba Juárez del servicio público, es un apostolado, pero he visto en la 4T que muchos siguen al cargo no al hombre, he tenido más invitaciones a comer y a reunirme con gente que sigue al cargo no al hombre, el servilismo es impresionante, la gente hace dioses a los servidores públicos, les ofrece todo en espera de favores, siguen en el chip del PAN y del PRI.
Es triste ver que la gente sólo busca a las personas porque tienen cargos públicos, como si los cargos te dieran más inteligencia o te hicieran más brillante o mejor ser humano. Sé de servidores públicos que tratan con la punta del pie a los empleados, que no denuncian por temor a perder sus trabajos, y lo peor que estos vienen de la IP, tienen miedo a denunciar porque los despedirían, estos jefes tienen relaciones de altos vuelos, flaco favor le hacen a la Cuarta Transformación.
Esto no ha cambiado, la gente tiene la culpa en seguir endiosando a los servidores públicos, deben estar sobre de ellos, exigirles que cumplan con su trabajo no adularlos, no alabarlos. Reza un principio liberal: No adules jamás a tu hermano, porque es una traición; y si tu hermano te adula, desconfía que te corrompa.
Siempre he tenido amigos, los frecuento los procuro, los cargos públicos son efímeros, para mí la última religión que queda viva es la amistad, ahora veo algunos que me buscan para que los ayude cuando antes ni los conocí, como decía el filósofo de Güemes «buscan al nopal cuando tiene tunas, no espinas». Juárez es un legado.
Algunos datos duros de Benito Juárez:
Su estatura 1.37, quedó huérfano a los tres años y posterior a la muerte de sus abuelos se quedó con su tío Bernardino, quien le enseñó a hablar un poco de español, ya que sólo hablaba zapoteco.
A los 12 años llegó procedente del pueblo zapoteco San Pablo Guelatao a la ciudad de Oaxaca, donde fue cobijado por Antonio Maza -su futuro suegro-. 23 años después, el 31 de octubre de 1843, contrajo matrimonio con Margarita Maza Parada, a quien le llevaba una diferencia de edad 20 años, pues él tenía 37 y ella 17.
Con Margarita Maza tuvo 12 hijos, tres hombres y nueve mujeres, pero cinco murieron a temprana edad. Los varones llevaron como nombre Benito Luis Narciso, José María -quien murió a los ocho años-, y Antonio -quien falleció cuando tenía un año-.
Sus hijas fueron Manuela, Margarita, María Felicitas Teodora, María Guadalupe -quien murió a los dos años-, Soledad, Amada, María de Jesús, Josefa y Jerónima Francisca -quien también falleció a temprana edad-.
El único hijo varón sobreviviente del matrimonio Juárez Maza, Benito Luis Narciso Juárez Maza, vivía de las apariencias, no era bueno para los negocios, no fue buen político ni tampoco fue buen gobernador de Oaxaca -de acuerdo con sus biógrafos-.
Peter Henderson, uno de los biógrafos del hijo del Benemérito de las Américas, escribió que «carecía del talento necesario para llegar a ser un líder político importante». Benito Juárez Maza fue gobernador por siete meses en 1911, pero murió en el cargo a causa de un paro cardíaco; es considerado el primer gobernador oaxaqueño de la Revolución Mexicana.
No cualquiera es nombrado personaje digno de un galardón en otro país, pero eso le pasó a Benito Juárez al recibir el título de Benemérito -que significa digno de galardón-, por Colombia y por República Dominicana.
