Por: José Óscar Valdez Ramírez
Quimera: Sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice. Así las cosas desde el artículo 102 Constitucional es letra muerta, la facultad es del Presidente.
El Senado enviará una lista de 10 notables al Presidente de la República, de esos 10 nombres elegirá tres y los regresará al Senado, de ahí saldrá el nuevo Fiscal General de la Nación.
En días pasados Andrés Manuel López Obrador le pidió a Enrique Peña Nieto que envíe en su lista los tres nombres que el sugiere para las listas del Senado, esto es, que los que deseen participar ya están heridos de muerte, pues los nombres que AMLO le pide a Peña que mande serán la terna que pase el Senado, lo que viene es la crónica de una fiscalía que no será, ni autónoma ni independiente.
Los tres nombres que el Presidente electo propone no son fiscales «carnales», son “fiscales a modo», fueron sus súbditos, sus empleados. Si Peña no pudo pasar a su fiscal carnal, López Obrador migró a su fiscal a modo.
En todos los foros donde he participado en el territorio nacional la exigencia es que se castigue a los responsables de los saqueos a la nación. La sociedad civil pide un fiscal autónomo e independiente no pide un fiscal a modo.
Lo cierto es que los que participaremos en ese proceso diremos en público los atributos, lo bueno y lo malo de los participantes. Deben entender los participantes que esta contienda será difícil y abierta, si bien es cierto que los senadores son los que elegirán, también es cierto que las redes sociales terminarán con reputaciones y un fiscal cuestionado no será bien recibido por la sociedad civil.
La facultad jurídica tal y como está ahora es responsabilidad del Presidente -en este caso Peña Nieto-, y por encargo de Andrés Manuel mandará los tres nombres al Senado, el cual el día 1° de septiembre será mayoritariamente de Morena.
La elección será difícil ya con una línea que romper, el acuerdo de EPN-AMLO, sin un fiscal autónomo e independiente seguirá el uso faccioso de la ley, nadie castigará los delitos y se entenderá que el pacto es no castigar a nadie de la administración del actual Presidente.
He dicho que varios secretarios de Estado y varios procuradores se mofan del «abuelito» -llamando así a López Obrador-, denostándolo y dando a conocer que hay un pacto de impunidad. Sostengo que AMLO no necesita pactar nada, el pueblo le dio el poder absoluto para que pueda gobernar sin mirar el pasado.
Perdonar a los que robaron a la nación es seguir con la impunidad, votamos por un cambio real, absoluto, no por simulaciones ni negociaciones.
El Pueblo tardó 80 años en sacar al PRI del poder, terminado una época de corrupción e impunidad y lo único que puede exigir para ese cambio es una fiscalía autónoma e independiente, no a modo, no con subordinados.
La reforma del artículo 102 debe ser una agenda de Estado, el caso de la maestra Elba Esther no debe volver a ocurrir, que por encargo de un Presidente de México se prive a una persona de su libertad para después de cinco años le den un «Usted disculpe».
El uso faccioso de la ley fue un modus operandi del PAN y del PRI.
No más uso faccioso de la ley, no más fiscales a modo, no más fiscales carnales, tenerlos es seguir fomentando la corrupción e impunidad. Ése es el mensaje que se manda al país entero, México votó por el cambio, no por la simulación o la negociación, el pueblo clama justicia por la razón y el derecho.
Un fiscal que sirva a los mexicanos no al Presidente en turno, un fiscal que ponga las bases de un sistema nacional anticorrupción que hoy es letra muerta en la Constitución.
Mientras no se modifique el articulo 102 Constitucional la fiscalía dependerá del pacto que en días pasados nos enteramos, el pacto de EPN y de AMLO.
Espero que la fiscalía no sea «El Parto de los Montes» y espero no sólo sea una migración de nombre, los que saldrán libres antes de que llegue el Presidente electo serán los exgobernadores presos… al tiempo, después vendrán las disculpas. AMLO debe entender que Peña Nieto no tiene prestigio ni nombre que defender, es un cadáver político y serán los propios del Revolucionario Institucional los que pedirán su cabeza… al tiempo.
El que no quiere un fiscal independiente por obvias razones es el PRI, ojalá Andrés Manuel lo entienda, no tiene nada que ganar y tiene mucho que perder.
El mensaje debe ser claro, castigar a los responsables, Peña no lo hará ni tiene la intención de hacerlo, es más que obvio, «es polvo de aquellos lodos».