diciembre 22, 2024

La diplomacia en Roma Antigua y en el México de la 4T

La diplomacia en Roma Antigua y en el México de la 4T

Por: José Óscar Valdés Ramírez

Cuando aludimos a la diplomacia, a las relaciones diplomáticas, debemos entender que nos referimos al establecimiento de relaciones formales entre dos entidades políticamente independientes que puedan demostrar el dominio de un territorio, la posesión de un ejército o algo similar que cumpla de alguna manera esas funciones, además de una organización política que dé garantías a la contraparte.
Durante el periodo de la monarquía, las aldeas y las pequeñas comunidades latinas, por las condiciones imperantes, no se podían dar el lujo de desarrollar una amplia política exterior, pero aún así, a pesar de los escasos datos que nos entregan las fuentes, debemos deducir que las relaciones de este tipo indudablemente.
Desde los primeros tiempos, los representantes de la política exterior romana, haciendo uso de sus cualidades oratorias, eran los encargados de llevar un mensaje esencialmente oral, aún cuando sabemos de la existencia de una escritura aproximadamente desde el siglo VIII a.C. Ésta probablemente se usaba con mayor frecuencia en el mundo de la religión y en la redacción de los textos que estipulaban las condiciones de los tratados (foedus) en este período de la historia de Roma.
Dionisio de Halicarnaso recuerda que en el templo de Dio Fidio hay un tratado que Tarquinio establece con el pueblo latino de los Gabinos, al que los romanos llaman Sanco; se trataba de un escudo de madera recubierto con la piel del buey sacrificado para esa ocasión con la finalidad de ratificar los tratados, que llevaba inscrito, en antiguos caracteres, los términos de estos acuerdos.
Al establecerse en estos tratados condiciones por escrito, se nos permite comprobar la existencia de un sistema diplomático de carácter más o menos formal.
Sabemos que el término foedus, alianza o tratado, es una palabra muy antigua, de raíz indoeuropea. Por lo tanto, no es un anacronismo que Tito Livio la usara desde el primer capítulo de su Historia, porque estaba vigente en el siglo I a.C.
El historiador señala que se hizo una alianza entre Eneas y los latinos. El verbo que usa tiene el significado original de herir. Esta relación entre realizar un tratado y la herida ha sido entendida como referencia a la antigua manera de hacer las alianzas: mezclando la sangre de los aliados. Esto nos lleva a formas de un ritual primitivo, que nos comprueba la antigüedad del término.
Hay un elemento religioso operando al mismo tiempo que el tratado, porque lo que se quiere a través del foedus es la unión de los dos grupos. No obstante hay otros problemas, por ejemplo, la diferente denominación de los vecinos de Roma en fuentes como Plutarco, Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso, denominación que es imprecisa y dispar.
Cuando se refieren a los latinos que habitan en los alrededores, se refieren a vicinas gentes; en cambio a los que habitan en los bordes del territorio se les denomina omnium circa finitimorum, y a los latinos más tradicionales y antiguos los llaman prisci latini por ejemplo, que cuando Tarquinio recibe a los legados de todas las ciudades se debe entender que son los representantes de los latinos, de la nación latina.
Hay diferencias en los datos que nos entregan las fuentes, porque para Dionisio de Halicarnaso son legados, en cambio para Tito Livio es un acto de sometimiento o de sumisión de los latinos. En este caso nos encontramos ante el problema de que no existe un término preciso para referirse a la Liga Latina, quedando el asunto en la ambigüedad.
Por más que hasta ahora se haya intentado aclarar esto, la realidad es que por el momento es muy difícil identificar con precisión las relaciones entre romanos y latinos. Hay quienes piensan que los prisci latini corresponderían a los ciudadanos de Alba y sus colonias, las que habrían constituido la primitiva Liga latina, a pesar de que los datos que entregan las fuentes son poco prolijos en ese sentido (Liou-Gille, 1997).
Al momento de entrar en deducciones, no hay que olvidar que este es un período que se debe analizar con la mayor cautela, sobre todo cuando se trata de sus instituciones políticas. La utilización ideológica que hacen los romanos del período republicano y del Imperio de las leyendas relacionadas con Rómulo no nos impide que se conviertan en una base indispensable para un adecuado conocimiento del período arcaico (Grandazzi, 1991, p. 83; Aulliard, 2006, p. 54).
Los datos que tenemos a disposición en las fuentes seguramente no tuvieron como finalidad dejar solamente un testimonio de las actividades diplomáticas, por lo que debemos suponer que posiblemente hay un buen número de aspectos que no quedaron recogidos, porque no se consideraron o porque deliberadamente se ignoraron.
A pesar de esto, me parece que las evidencias nos permiten hacer un análisis con cierta precisión, teniendo presente que el área geográfica en que la diplomacia romana se desarrollará durante la monarquía es un territorio reducido, y se limita prácticamente a los pueblos que habitan los territorios vecinos. Me refiero esencialmente a los latinos, sabinos y etruscos. En el caso de estos últimos, los datos son algo más exactos.
En México hay una frase, atribuida a Porfirio Díaz es en realidad escrita por el intelectual Nemesio García Naranjo, que parece ser oportuna para describir la realidad política que atraviesa el país azteca y la relación amor-odio de Trump con AMLO. Lo he dicho, ambos son aliados y socios, la visita fue para lucimiento de Trump quien está en campaña para reelegirse y AMLO fue en plena época de pandemia.
Por primera vez usó cubre bocas y se hizo la prueba de Covid-19; en política la forma es fondo y Trump logró lo que nadie pudo en la pandemia -que AMLO use un cubre bocas-. Así, se llevó a los que llamó en su momento empresarios de la mafia del poder, que son los mismos que siguen con él en el poder.
Andrés Manuel López Obrador es la contradicción, tiene a sus ricos pero odia a los que no son sus ricos, en sendas investigaciones se demuestra lo que he sostenido al aire en ¡Qué tal Fernanda! En la 4T no hay pobres, solo es un discurso que cada día se desgasta más, y lo más delicado es que el proyecto denominado la 4 t se terminó antes de empezar.
AMLO y TRUMP son iguales, populistas, uno de derecha, otro de centro izquierda, en México no existe ni la ultra derecha ni la ultra izquierda, son más bien moderados, pero AMLO dentro de MORENA lo han radicalizado «todo o nada», él ha jugado así 18 años y le ha dado resultado. El Presidente mexicano, en su libro: «Oye, Trump», que escribió, cuando era candidato, dice todo lo que dijo pero al revés pues de todo lo que ahí plasmó, se desdice.
Siendo Presidente de México, se ha radicalizado y eso lo ha llevado a un sinfín de errores que se han reflejado en el tema económico y han repercutido en lo político, pero a AMLO parece no importarle mientras esté punteando su perfil en las encuestas, lo demás lo tiene sin cuidado. La pandemia no es un tema menor.
López-Gatell ya se tornó impresentable y ese tema será referente en las elecciones del año entrante, aún no se detiene el virus y ya los medios lo denominan «Pinocho» -es la viva imagen de la 4T pero sin el poder de AMLO-. Debe saber López-Gatell que el Presidente sacrifica a todos sin piedad, así paso con Ponce, con Bejarano y con Nicolás Mollinedo el famoso Nico. AMLO es experto en dar la espalda, sin reparos.
Lo de Trump lo va a capitalizar pero esta vez, la pandemia será decisiva en la elección de Estados Unidos y algo ya saben los norteamericanos, Trump no supo manejar una crisis y el electorado americano tiene memoria, nos resta esperar hasta noviembre y de ahí sabremos si le resultó a AMLO su visita para ser usado por Trump… si no, será su Waterloo.
En México si algo sabemos es que la historia nos ha enseñado es que los norteamericanos no tienen amigos, tienen intereses.
Nos invadieron, humillan a nuestros conciudadanos, ojalá existiera un Presidente con agallas que demande a los Estados Unidos por el pago que los connacionales hacen a la Seguridad Social del cual no tienen ningún beneficio, es un tema de justicia que le han barrido todos los Presidentes del PAN del PRI y de MORENA… ni hablamos.
Así como el Presidente ha pedido disculpas a España por la conquista… ¿cuándo va a pedir que se disculpen los americanos por la invasión y por habernos robado más de la mitad del territorio nacional?
Necesitamos un Presidente que conozca de leyes, que no se doblegue ante los yanquis, recordemos que la palabra yanqui viene de la invasión a México y los connacionales les gritaban a los americanos invasores vestidos de verde, «green go away», verde vete, después migró a «gringo».
¿Cuándo entenderemos que tenemos de vecinos a los bárbaros del norte? Nunca hemos sido amigos, sólo nos han usado, los norteamericanos son el nuevo imperio romano, corregido y aumentado, y eran los policías del mundo.
Pero la pandemia vino a cambiar esto, un nuevo orden mundial, sin que los americanos sean los líderes, eso es lo novedoso, el regreso de Rusia y el empoderamiento de los chinos.
México debe ser una vez el Atenas de América Latina, es la hora de Si el águila hablará de Miguel Alemán.
En las reglas de la Presidencia, dos para aprender a ser, dos para ser y dos para dejar de ser -el último es un Tehuacán pero sin gas-.
AMLO ya aprendió, ya la regó, es la hora que se ponga la banda Presidencial y se ponga a gobernar, no a cuidar elecciones, si sigue como va será su perdición y con él vamos todos.
El tren lo van a descarrilar desde adentro de su administración, la corrupción y la impunidad viajan en ese tren, por eso no la quieren ver, la corrupción y la impunidad viajan siempre en primera clase en la élite gobernante y la 4T no ha sido ni será ni fue la excepción.

         

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