Por: José Óscar Valdés Ramírez
La historia de los cien días tiene su origen en Estados Unidos el 4 de marzo de 1933 fue investido por primera vez, Presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt. EE.UU. se encontraba en el cuarto año de la crisis económica mundial a raíz del crack del 29. El presidente acuño el concepto de los cien primeros días y durante este período de tiempo tomó todo tipo de medidas contundentes para intentar revitalizar la economía y acabar con la crisis económica.
A la mañana siguiente de ser elegido Presidente ya estaba aprobando leyes de una gran trascendencia en el Congreso. Su actuación en estos cien días fue imprescindible para reactivar la economía estadounidense, la imagen del Presidente Roosevelt que tienen los norteamericanos hoy en día, se construyó durante esos cien días. Desde entonces, muchos líderes políticos han seguido sus pasos y han aprovechado el período de gracia para llevar a cabo aquellas acciones simbólicas que marcarán su mandato. Las acciones que más han contribuido a construir su imagen.
Esa moda llegó a México, y ante la expectativa de la administración de Andrés Manuel López Obrador vale la pena un análisis… Llegó al poder con una legitimidad como ningún otro Presidente. No necesito de alguna medida espectacular tipo Salinas, Fox, Calderón o Peña para poderse legitimar.
La reforma de AMLO es la correcta, reformar la Constitución para poder sancionar los delitos, el robo de combustible, delito que no se castigaba, esa guerra del huachicol fue un acierto. Los mexicanos están cansados de que roben a la nación y no se castigue a nadie, ese marco legal servirá para hacer el andamiaje jurídico de castigar a los responsables.
Delitos como corrupción, palabra inexistente en la Constitución, son un adelanto para evitar estrategias legales y después de varios años «usted disculpe». Esta reforma a la Prisión Preventiva Oficiosa, dará frutos de inmediato.
La Guardia Nacional fue un acuerdo con todas las fuerzas políticas y dará certeza para la lucha contra el flagelo que dejaron los gobiernos del PAN y del PRI en esa guerra absurda contra el narcotráfico, una guerra sin estrategia y sin rumbo que solo enriqueció y envileció a los políticos creando narco-estados.
Las inventivas de Calderón de «El michoacanazo» y de EPN con su delegado, solo saquearon el estado de Michoacán y lo sumieron en una incertidumbre bajo la batuta de Alfredo Castillo Cervantes quien presidió la «Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán», según para pacificar el estado, solo lo fue a saquear, está el expediente abierto.
Mis paisanos del Edoméx, son unas verdaderas fichitas, auténticos ladrones que deben responder por sus conductas que pueden ser tipificadas como delitos, pero el esquema legal como estaba no daba una, la PGR solo era la ley por encargo y llevarlos a juicio bajo la inventiva de fabricar delitos no daría un resultado real.
El enriquecimiento ilícito obtenido por la corrupción deberá ser castigado, sin lugar a dudas, los saqueadores de la patria, serán llevados a la justicia, para esto era importante las reformas constitucionales.
Así se combatirán dos flagelos que azotan al país: la Inseguridad, se combatirá con la Guardia Nacional y la Corrupción con la aplicación de la ley, es la primera vez que se amplía la prisión preventiva.
Enrique Peña no quiso castigar a nadie, usó a la PGR para sus enemigos políticos -versus Elba Esther- y al final le salió el tiro por la culata, se la pasó enriqueciendo a sus amigos.
De Calderón y Fox ni hablamos, solo basta ver la estela de pus -“la estela de luz”- para ver el fraude de los panistas que nadie vi ni oyó en pleno Paseo de la Reforma.
Nadie en administraciones pasadas reculó, ni consultó nada, Peña Nieto nos metió un aumento del 25 por ciento en el famoso gasolinazo, que si ven las redes sociales se jactaba que no habría más con sus reformas estructurales; el resultado, nos metió un gol del que no podemos recuperarnos, me pregunto: ¿Cuál reforma sirvió? ¿a quién sirvió y para qué? Solo enriqueció a los partidos políticos que respaldaron este Pacto por México que no fue otra cosa que una traición al país.
Lo más destacado de estos cien días son estos dos ejes que están en camino, cerrar las puertas de la impunidad y combatir la inseguridad, esos ejes son triviales para pacificar el país y castigar a los ladrones de la nación, de no hacerlo así, pasaría lo de Fox con sus peces grandes que según Pancho Barrio se daría y acabo en un gatopardismo. La respuesta de los comunicadores es ahora deporte nacional pegarle al Presidente y apostarle a que se caiga su popularidad.
Escuché en campaña barbaridades de gente de primer nivel que AMLO no llegaría, que estaba enfermo, hasta descabelladas y locas ideas de un magnicidio, la desesperación a todo lo que daba, él sabe lo que es enfrentar el Estado en contra. Con Fox vivió el desafuero, con Calderón el robo de la presidencia, con EPN el pacto PAN-PRI -en sus años mozos Andrés Manuel fue golpeado por la policía estatal y federal en Tabasco por los pozos petroleros, están las imágenes en redes para todos los millennials-.
Estas dos acciones marcarán el rumbo de la nación, el boquete de la corrupción es enorme y si no se establecían los delitos sería imposible castigarlos, estas decisiones son fundamentales para poder avanzar, después de esta implementación la expectativa cambiará. Apostar a que a AMLO le vaya mal es apostarle a que a todos nos vaya mal.
¿Ya se les olvidó que Salinas le quito tres ceros a la moneda? ¿ya se nos olvidó que los gobiernos del PAN y del PRI gobernaron a nuestras espaldas? ¿Alguien puede decirme los logros de López Portillo, de Miguel de la Madrid, de Salinas, de Zedillo, de Fox, de Calderón, de Enrique Peña Nieto? ¿Alguno de ellos nos dio estabilidad económica y social?
Soy de la generación de la crisis, crecí escuchando esta palabra, crecí viendo al pueblo y a políticos aplaudir las barrabasadas de los Presidentes sin que nadie pudiera levantar la voz. Un Jacobo Zabludovsky, un Azcárraga que solo servían al PRI; un Estado Mayor Presidencial represivo que no servía al pueblo, sino al Presidente.
Hoy se rasgan las vestiduras, los agoreros del mal, por vez primera se castigará la corrupción, por vez primera se creo una Guardia Nacional para corregir las estrategias fallidas, esas son las cosas latentes reales. Hay más mujeres en el gabinete, las redes sociales son una muestra de la libertad de expresión sin cortapisas. AMLO no manda golpear maestros, ya se la aplicaron, ese dato no se les olvide.
Él ya sintió la fuerza del Estado, la represión, desde que estaba en la oposición le dijeron de todo, loco, enfermo, mesiánico. Hoy por decisión del pueblo de México es Presidente, a AMLO lo pueden ver en el centro sin que militares te agredan, o te golpeen si le gritas algo. Cuándo pudieron ver los mexicanos a López Portillo, a Miguel de la Madrid, a Zedillo, a Salinas, a Fox, a Calderón, a Peña Nieto sin escoltas, sin militares encubiertos.
A los hijos del Presidente, ni a sus familiares los cuida el Estado Mayor Presidencial, como sí ocurrió con todos los Presidentes, al harem de Peña y nosotros pagamos esa seguridad. En estos cien días de la 4Transformación prefiero a AMLO que al PAN y al PRI… ¡Todos nos robaron! Me inclino por un Presidente que no pierda el piso a un Presidente que se volvía rey y nosotros sus súbditos… relájense, que ninguno nos llevó al primer mundo, crecí con la palabra crisis.
Actualmente puedo comerme una «guajolota» cerca de AMLO con un atole en el Centro Histórico, puedo verlo que compra una camisa blanca en un establecimiento del centro, sin poses, sin infundios, la gente se acerca lo bendice, lo abraza, no hay soldados para agredir al pueblo, no hay gente armada que te diga al oído «retírese por favor».
Ahora, después de la palabra crisis, solo escucho en el aire un viento de esperanza, un voto de confianza, el Presidente nos necesita y nosotros a él. No es un rey de opereta, no es un tecnócrata, es uno más de nosotros, eso es lo que veo en estos cien días. El andamiaje está fuerte hay que ayudarlo porque los jaloneos que vienen no son fáciles, robaron 70 años y nadie los juzgó, hoy existe democracia, libertad de expresión.
Lo mejor está por venir, ayudemos a AMLO… ayudemos a México.