Por: José Óscar Valdés Ramírez
Una de las cosas que nadie quiere explicar es por qué la gente tiene miedo a la 4ta. Transformación. Todos los cambios son buenos, pero hay temor de que muchos pierdan su empleo, no hay seguridad en el trabajo, las empresas tienen miedo, están en la incertidumbre, por más mensajes que manden al pueblo de a pie. El país está estancado, nada se mueve. Esa es la impresión y lo que me preguntan en redes.
Vivimos en una corrupción que es funcional así se movió México en 80 años, decir que ya no existe corrupción hoy es una quimera, la corrupción sigue ahí institucionalizada. El PAN y el PRI mueven el pandero en las direcciones importantes siguen manejando todo. En el SAT, Hacienda, Pemex, Segob en el 90 por ciento de las dependencias siguen en manos de gente ligada a esos partidos.
En las aduanas la corrupción esta más que institucionalizada, en PROFECO no se ven los cambios, tienen la lista de todos los gasolineros que se mochaban con Enrique Peña Nieto y hasta ahora no hay nada…¡Una perfecta simulación! Lo denuncié desde hace 3 años y sigue exactamente igual, la gente se queja más que de la inseguridad y la impunidad. En este México nada sucedió durante los últimos 80 años, lo que pasó se manejó desdeLoos Pinos.
La Ley por encargo, la máxima de Benito Juárez se envileció «A los amigos justicia y gracia, a los enemigos la ley». Como estudioso y libre pensador, Juárez el hombre montaña al que el Partido Revolucionario Institucional hizo suyo -nada más alejado de la realidad-. Su grandeza fue poder rodearse de gente más inteligente que él -verbigracia Melchor Ocampo, solo por citar alguna de las lumbreras que Juárez tuvo a su lado-.
El PRI lo tomó por estandarte ante los mochos del Partido Acción Nacional por la desamortización de la ley de los bienes eclesiásticos. México fue el único país que puso al clero en su lugar, solo viajen al Perú y verán en todo el Centro Histórico el logotipo de la orden de los dominicos, sigue ahí nunca hubo rompimiento de relaciones Iglesia-Estado, y después irónicamente el Revolucionario Institucional buscó al clero y modificó con Carlos Salinas la Constitución, así que de «juaristas» no tiene nada, la desmemoria les gana.
Las devaluaciones de López Portillo, Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, el PAN con Fox y Felipe Calderón, se dedicaron a institucionalizar y perfeccionar la transa. Enrique Peña Nieto los superó a todos con su artífice Luis Videgaray, esta dupla desgració a México, fue un perfecto títere todo lo hacia Videgaray Caso, puso a todo el gabinete, a procuradores. Toleró la tercia de Castillejos, a su primo que hicieron procurador y al otro, Castillo que fue super Delegado en Michoacán y quebró a la Conade… Pero aquí, no pasa nada.
Le venden armas al narcotráfico, y no hay responsables, le roban dinero a Zhenli Ye Gon y todos se callan, ministros coludidos con abogados para sacar narcotraficantes y siguen sin castigo despachando en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Nuestra Corte se volvió una muestra de la corrupción e impunidad. Desde ahí presionan a jueces y magistrados para sacar asuntos, los cambios dan miedo, y es lógico… ¡Así vivimos 80 años! Una pravedad que manejaba toda una corrupción funcional es lo que tenemos.
El «moche», el dinero por debajo de la mesa, el arreglo, los gobernadores ladrones que manejan las ganancias por todos lados. El caso del Edoméx es patético, un gobernador que saca dinero del país a un paraíso fiscal y pide que inviertan en su Estado, eso es traición a la Patria. No veo al Congreso del Estado de México formando una comisión, no veo a la Fiscalía iniciando una carpeta de investigación, aquí se encubren todo.
El enemigo de la Cuarta Transformación está adentro, gobernantes cuestionados como el asunto de Baja California con la «Ley Bonilla», el caso de Tabasco con la «Ley garrote», deben respaldar al Presidente. Ya lo dijo el Senador Monreal ¡No están a la altura!
AMLO tiene que salir a dar explicaciones que no le competen, los cambios que esperamos los mexicanos es que se acabe la impunidad que genera corrupción, esos cambios competen a la fiscalía. Quitar y desmantelar un sistema de corrupción funcional no es fácil. Nos acostumbramos al amigo influyente, al político que todo lo puede, a los abogados que se volvieron mercaderes de la ley. Acólitos del PAN que desde la alianza con el poder podían todo.
Queremos resultados pronto, cada día que pasa se vuelve más problema de López Obrador que del expresidente. Si no hacen acciones reales y concretas que den resultados, se dirá que están honrando el pacto con Peña Nieto -sé de buena fuente que esto se dio, la gente más cercana a Peña me lo han dicho y confirmado e incluye a Videgaray-, si así es, será el talón de Aquiles de la 4ta. Transformación.
Es tiempo de desmantelar la corrupción y la impunidad empezando por esos dos personajes para acallar rumores y cerrar bocas, demostrar que el pacto es y fue con el pueblo, no con los extintos Pinos.
Pero el trato sigue, Rafael Alejandro alito Moreno Cárdenas se ha encargado de decir en corto que lo respalda Andrés Manuel por eso le pusieron «el mote de amlito». El PRI aún no toca fondo, y necesitan el aval del AMLO para ser Presidente de un partido de oposición -de verdad, que jodida esta la oposición, no tiene argumentos-.
Después quieren enfrentar a López Obrador, la oposición en México puede ser descrita con una frase irónica e icónica que se atribuye a Julios Henry Marx conocido como Groucho Marx, actor neoyorquino que murió el 19 de agosto de 1977, escritor, humorista reconocido principalmente por ser uno de los miembros de los hermanos Marx, quien inmortalizó
«Éstos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros».
