Por: Nicolás Gochy
Cientos de kilómetros los separan de su meta, saben que el camino es largo y muy cansado, son cuatro días de pedalear para alcanzar un sueño, llegar una vez más a los pies de la Virgen de San Juan de los Lagos para agradecer por los favores recibidos.
Pero también son cientos y cientos de personas que una vez más, como cada año, se respaldarán los unos a los otros, y comerán del mismo plato y beberán del mismo vaso, “todos como una gran familia” refieren.
Provenientes de muchos municipios del estado de México, hoy partieron de la capital mexiquense tomando la vía a Querétaro y donde esperan estar llegando a través de su travesía, todos ayudándose y alentando cuando el cansancio mengua las fuerzas.
Desde niños de siete, ocho o nueve años, hasta señores de 60 y más, se suben a sus bicicletas, algunos pueden pedalear todo el recorrido, otros solo una parte, pero la meta es la misma, poder llegar a orarle a la virgen que de tantos apuros los ha sacado.
Cuatro días estarán en las carreteras de México, para, con el favor de Dios, estar llegando el próximo domingo a la celebración que les espera en una misa multitudinaria como la de cada año. Luego el regreso a casa.
