En el municipio de Metepec, el espíritu de la tradición se encendió una vez más con el inicio de las celebraciones en honor a San Isidro Labrador, patrón de las buenas cosechas.
Decenas de familias se reunieron en la Iglesia en una procesión, cargando consigo figuras, retablos y cuadros que representan al santo, cuya protección buscan para asegurar una próspera cosecha en la región.
Este año, la festividad adquiere una dimensión aún más crucial, ya que la escasez de lluvias amenaza la siembra de maíz, el sustento de muchas familias en esta parte del estado de México.
En medio de cantos y plegarias, los devotos imploraron por la llegada de las tan necesarias precipitaciones que aseguren la fertilidad de la tierra y el éxito de las cosechas venideras.