Por: MVertti
¿Cuánta voluntad tenemos para vivir?. “El renacido” es un film del aclamado director Alejandro González Iñarritú, que bajo un guión adaptado de la novela de Michael Punke, regresa a 1820 en una expedición en el oeste norteamericano, todavía habitado por tribus indias; en esta increíble película, nos muestra a Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un explorador y cazador, quien es terriblemente atacado por un oso.
Glass, resulta gravemente herido y sus compañeros de tropa lo dan ya por muerto y es abandonado a su suerte, debido a un engaño de su colega John Fitzgerald (Tom Hardy), en medio de un increíble escenario invernal, con una pierna rota, múltiples heridas, sin comida y sólo con una cantinflora de agua.
Sin embargo, la necesidad de vivir se intensifica cuando Fitzgerald asesina a su hijo Hawk (Forrest Goodluck) frente a sus ojos, a lo cual Hugh sufre en silencio, pero siempre buscando una fuerza en su interior para poder sobrevivir. La película excelentemente bien contextualizada, y documentada, muestra la fortaleza que se adquiere cuando hay una misión de vida, la necesidad de aferrarse hasta el último respiro y una realidad lógica y para nada censurada; en escenas esta misma realidad es sorpresiva y hasta surrealista, todo un deleite visual y analítico para quien la observa.
Está de más decir que Iñarritú logró encajar todos los conocimientos de supervivencia en condiciones extremas, la insistente lucha contar la muerte, toda la ayuda espiritual que recibió el protagonista durante su historia, los sonidos naturales propios de la montaña, la sensación que da al sentirse tan cerca de la sangre que casi se puede oler y también la maravillosa fotografía que aparece para contemplar cada escena.
