Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
Ya nos cargó el payaso me decía un amigo hace unos días, y se refería a lo que a todos nos ha tocado vivir, de cerca, de lejos, de muy cerca y de no tan lejos.
Todos ya en estos momentos somos víctimas de la violencia que se ha arropado entre nosotros como nunca hubiéramos querido que lo hiciera.
Llego, se enquisto y nada parece que la pueda erradicar de nuestras vidas.
Estos cierto de que usted se ha colocado en las tres siguientes hipótesis.
a) Ha sido víctima de un robo, asalto, despojo, lesiones o cualquier otro delito en su contra.
b) Ha sido testigo de un asesinato, una violación, o cualquier otra actitud delincuencial.
c) Ha sido presa del miedo y el terror de saber que en breve le va a tocar a usted ser asaltado, robado, violado, vejado, ya no es seguro que no le toque, lo que no sabemos es cuándo.
En estos senderos nos ha colocado ya la serie de gobernantes que hemos tenido en los últimos años.
Ni el gobierno de la república, ni el del estado, ni el municipal están logrando nada, es más, si me apura un poquito estoy seguro que no quieren hacer nada al salir beneficiados de las actividades delincuenciales que se han apoderado de nuestra paz y tranquilidad.
Muertos hoy, asesinados mañana, robos con violencia en la mañana y robos sin violencia en las tardes, desapariciones, vejaciones, robos en el autotransporte y nuestro gobernantes hinchándose los bolsillos de dinero mal habido, mucho de él me atrevería a decir que producto de las actividades delincuenciales que solapan.
Los medios de comunicación debemos de ejercer sin duda nuestra fuerza y dejar de resaltar cuando la delincuencia le pega a los ricos y poderosos.
Si Lord Rolls Royce sale o no de la cárcel, si el gobernador de Veracruz se les pelo a las autoridades o no, creo que eso ya no importa no podemos seguir haciendo como que no pasa nada, debemos de comenzar a indignarnos severamente con lo que pasa en nuestro entorno.
Que nos duela y nos llame a derramar litros de tinta el asesinato del vecino por oponerse al asalto cuando se transportaba en el camión de regreso a su casa.
Que nos sorprenda el asalto a la papelería de la esquina, esa en la que toda la vida hemos comprado los útiles de nuestros niños.
Que nos duela y podamos cuestionar a los politiquillos el robo y los golpes que le propinaron los ladrones al duelo de la panadería llevándose el producto de todo un día de trabajo.
En breve empezarán en la entidad las mentiras de siempre, las promesas de que todo va a mejorar, creo que ya estuvo bueno, pase lo que pase ya nos cargó el payaso.
Por eso digo que ellos ganaron y nosotros perdimos.
