Por: Nicolás Gochy
Tamaleros de la capital mexiquense coincidieron en señalar que este dos de febrero, Día de la Candelaria, fue un día bueno en las ventas, aunque podría haber sido mejor pero las ventas ni fueron lo que esperaban.
De chile, de dulce, de rajas, de queso, de mole, la variedad era muy amplia, los clientes pedían de todo, el champurrado más solicitado en muchos de los carritos fue el de chocolate, luego el de fresa y con menor número de aficionados el de guayaba.
El tambo de los tamales poco a poco se iba acabando, los primeros que comenzaron a fallar fueron los de dulce, luego los de verde, y así uno a uno, el producto se vendía, de diez, quince o hasta 30 tamales por persona, sencillos, en guajolota, con atole o sin él, la tradición una vez mas sobrevivió.