Una mujer que presentaba un cuadro de mareos y vértigo acudió a consulta al hospital Adolfo López Mateos para ser valorada por un médico apegándose a la cobertura del seguro popular que se le había asignado hace unos meses.
La consulta transcurrió en términos normales, y fue diagnosticada con neuronitis vestibular, una condición no grave y que se resuelve con tratamiento médico, pero como medida de seguridad impuesta por el galeno, fue hospitalizada durante una noche en el nosocomio para su valoración.
24 horas después de su ingreso, la paciente fue dada de alta pero ahí fue exactamente donde comenzó el viacrucis.
Y es que a pesar de presentar su póliza del seguro popular en orden y vigente, el área de trabajo social y el área de cajas le presentó una nota de venta que por mucho superaba sus expectativas.
De acuerdo al área administrativa del hospital general Adolfo López Mateos el tratamiento médico que recibió la paciente tuvo un costo total de 10 mil 759 pesos.
En el desglose de la cuenta que le fue ofrecida a la sorprendida mujer y a sus familiares, se perciben cobros como el de determinar su grupo sanguíneo, estudio que la dependencia cobró a 156 pesos, la aplicación de inyecciones que el hospital le cobro a 79 pesos por cada una, cabe señalar que en consultorios particulares, la aplicación de estas inyecciones cuesta en promedio 30 pesos por cada una.
La lista de precios que la paciente también consideró desmedido fue un estudio de química sanguínea de seis elementos que el hospital del sector salud y que atiende a personas afiliadas al seguro popular y cuya condición socio económica no es la mejor de todas, cobro a 412 pesos, lo destacable es que en laboratorios privados, el mismo estudio cuesta 250 pesos en promedio, es decir poco más de 260 pesos menos.
La mujer, quien está inscrita ante hacienda como una micro empresaria, solicito una factura que pudiera ayudarle en sus gastos y declaraciones de impuestos, pero para su sorpresa, la dependencia le informó que si le expedían factura debería pagar el 50 por ciento adicional a la cuenta.
“La realidad es que el seguro popular es un fraude, yo acudí aquí pensando que me saldría más barato y pagar 10 mil pesos por una noche de hospitalización y unos sueros que me colocaron se me hace demasiado”.
