Con acciones permanentes de orientación y promoción, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) fomenta la donación de sangre por parte de su población derechohabiente, ya que sólo dos por ciento de las unidades recibidas por la institución corresponden a acciones altruistas, y el resto a reposiciones solicitadas.
A través de diversos mecanismos, que van desde pláticas grupales, redes de apoyo, hasta asesorías personalizadas, el Instituto pretende crear conciencia sobre la función que todos podemos desempeñar para salvar vidas o mejorar la salud de las personas.
Durante una charla testimonial ofrecida en las instalaciones del Hospital Regional Toluca, del ISSEMyM, Luis Jesús Galván Gutiérrez, donador voluntario, señaló que esta acción es una de las mayores satisfacciones de ayuda humanitaria y narró cómo fue que se inició en esta noble labor.
“Cuando comencé a donar no fue porque mi padre o mi madre lo necesitaran, fue una vez que escuché que solicitaban sangre para una mujer. Me encaminé a uno de los hospitales del ISSEMyM con muchos nervios, pero me encontré con personal capacitado para realizar el procedimiento y ayudar a los primerizos como yo.
“Ellos me alentaron y, en todo momento, estuvieron pendientes de que yo estuviera bien”, indicó Luis Jesús, quien lleva más de 90 donaciones realizadas.
“Cuando reciban sangre donada, no sólo vean una bolsa, dentro hay algo más, hay alguien que se preocupa por tu salud, que los quiere sin conocerlos. Hay alguien a quien le importas, que te quiere ver bien, alguien que, aunque no lo veas, te echa porras, espera que te levantes porque confía en ti, que se cuida e invierte su tiempo para poder darte vida”, dijo Luis Jesús a los receptores.
Por su parte, la Directora de Atención a la Salud, Rosa Martha Medina Peñaloza, explicó que la sangre y los productos sanguíneos son elementos esenciales para brindar tratamientos oncológicos.
Agregó que se emplean para salvar la vida de mujeres con hemorragias asociadas al embarazo o al parto y también son utilizados para la recuperación de niños que padecen anemia grave por mala nutrición y otras enfermedades.
“Algunos otros se requieren para pacientes con trastornos hematológicos, de médula ósea, hemoglobina e inmunodeficiencia, para la atención inmediata de víctimas por traumatismos en accidentes, emergencias o desastres, así como en aquellos que son sometidos a intervenciones médicas y quirúrgicas avanzadas”, concluyó.
