No hay seguridad para los trabajadores de las direcciones de los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM), quienes exigen al titular Carlos Estevez Herrera que sea empático con ellos y sus familiares, quienes dependen de mante
nerlos vivos y deje de exponerlos al obligarlos a trabajar en edificios con daños estructurales.
Durante una reunión de los trabajadores de la Dirección de Educación Elemental, de la Coordinación Académica y de la Operación Educativa en el patio de las oficinas centrales del SEIEM con representantes de estos trabajadores, convinieron que podrían no regresar a trabajar a esos edificios públicos con daños desde el pasado 7 de septiembre hasta no tener la certeza de que las fisuras y grietas no son peligrosas.
Aglutinados más de 50 de estos empleados, entregaron un documento a la dirección general del SEIEM, en el que consta que el siete de septiembre, cuando ocurrió el sismo que dejó daños en Oaxaca y Chiapas identificaron afectaciones en la infraestructura de sus oficinas.
Es así, que para el martes 19 de septiembre, las fisuras ya eran graves: “los eventos pasados pusieron de manifiesto las fallas en la construcción de los edificios”. Especificaron que para la evacuación de los edificios únicamente hay una escalera de la salida con 90 centímetros de ancho, insuficiente para toda la gente que labora en el edificio.
Subrayan que a raíz de ambos sismos hay una gran cifra de fisuras y grietas que no son menores ni superficiales, puesto que “el edificio se movió”, pero no hay dictámenes oficiales al respecto.
Solicitaron su traslado a edificios seguros previo dictamen que refleje los daños en los inmuebles y pidieron considerar que ante cualquier fenómeno de la naturaleza lo primordial es salvaguardar la vida de los trabajadores.
El documento sentencia que las autoridades deben tener presente: “que cada uno tiene familia que depende de nosotros y que diariamente espera nuestro regreso a casa.
Hacemos responsables a los directivos y jefes de departamento de Educación Elemental, quienes ejercen medidas correctivas para obligar al personal a que permanezcan en estos espacios de trabajo sin contar con un Dictamen de Seguridad Estructural”.
Durante la junta varios de los inconformes apuntaron que sus jefes fueron poco solidarios con sus demandas, incluso las advertencias sobre que les dejerán de pagar sus salarios a pesar de haber asistido a las oficinas a checar su entrada, pero manifestar la inseguridad sobre la que están trabajando, pues los edificios son endebles.
Por lo que piden atención a sus exigencias y solicitan que haya respuesta inmediata, tal como ocurrió con las peticiones para acudir a votar el pasado 4 de junio, cuando los jefes de departamento fueron insistentes sobre las mejoras que habría en sus puestos de trabajo.
