Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
En los últimos días, han estado circulando por las redes sociales unas fotos que en lo personal me parecen el absurdo de la desfachatez y la burla de un gobernante hacia su pueblo, ese mismo pueblo al que juro servir cuando recibió el cargo que ostenta
Y me refiero a una serie de fotografías en las cuales y desde diversos ángulos se aprecia al gobernador Eruviel Ávila Villegas entrado en comerse una torta en las famosas tortas de “El Ojeis” en plenas alacenas en el centro histórico de la capital mexiquense.
Mucha gente ha comentado al respecto de las mentadas fotos y me sumo.
Creo que es inconcebible el pensar que estas fotografías puedan formar parte de una estrategia de posicionamiento del mandatario mexiquense, nadie con dos dedos de frente podría pensar que eso sería una seria estrategia de marketing, entiendo que los asesores del mandatario sufren de escases de materia (gris por cierto) pero eso sería como pensar que en realidad no es carencia, sino vacío total.
La foto es más que elocuente, demuestra el desprecio del mandatario por los usos y costumbres del mexiquense promedio de la zona centro del estado de México, evidencia una clara muestra de burla a lo que el ciudadano promedio hace, lo hace ver como el mandatario que siempre ha sido, ese que no siente empatía con los mexiquenses y que incluso ha provocado que en más de una ocasión se tenga que retocar el maquillaje que le estropea la prole.
Y eso del maquillaje no es un decir, el gobernador Eruviel Ávila Villegas es un hombre que acostumbra maquillarse antes de cualquier evento público y a veces privado que tenga, su maquillista profesional sigue siendo el mismo a pesar de que fuera el, quien le aplicara color de más en sus pómulos y que le ganara durante muchos meses el mote de Eruviel El Chapitas Ávila.
Es más, creo fervientemente que ningún asesor pudo haber sugerido que el comerse unas tortas pudiera ser un acto digno de subirlo a todas su redes sociales, solo había que analizar lo que les había pasado a sus compañeros de partido cuando se subieron al metro de la ciudad de México como una forma de transportarse y transmitir una posición de identidad con los gobernados.
Eruviel no necesita esos actos populistas para contender por la candidatura de su partido político a la Presidencia de la República, es más, no necesita esos actos populistas para ganar la presidencia misma, a Eruviel o a cualquier otro priísta, le bastará y le sobrará los miles de millones de pesos que estarán repartiendo entre los millones de mexiquenses y mexicanos pobre que han formado, para eso los hicieron, esa es la razón de su existencia.
Si Eruviel en realidad tiene un trato frecuente con los mexiquenses, porqué nunca ha subido a sus redes sociales una foto de sus comidas en los restaurantes donde gasta hasta 35 mil pesos por una botella de vino, porque nunca ha hecho una transmisión de periscope entrando a los hoteles de súper lujo que comparte con su gabinete cuando va de vacaciones.
Sabia por ejemplo que ¿las supuestas vacaciones que la empresa OHL le pago a Apolinar Mena Vargas nunca fueron en realidad para el entonces secretario de comunicaciones, sino que en realidad eran para un grupo de personajes selectos, muy cercanos al gobernador y cuya estadía debería de mantenerse por sobre todo en total secrecía?.
De las tortas si nos podemos enterar, de los lujos no, o sea pregunto,¿ podemos saber de Eruviel y sus tortas, pero nada de las tortas y quién es el ojeis?
