Alguien lo tenía que decir
Por: Nicolás Gochy
De todos es sabido que en el año donde se designe a quien será el nuevo candidato a gobernador por el Partido Revolucionario Institucional significa de manera tácita la muerte del rey que durante cinco años gobernó la entidad haciendo y deshaciendo cuanta cosa buena o mala le dio su entender.
Sin embargo, este año, a Eruviel Ávila lo enterraron más temprano que de costumbre y hoy, el gobernador esta sufriendo con todo por intentar demostrar que no ha fenecido, que aún esta con vida, que aún es el numero uno de los priístas mexiquenses, que él sigue gobernando y que sigue siendo el mandamás de los políticos mexiquenses tricolores… sufre pero no lo logra.
Hoy más que nunca y tan solo en una semana, por lo menos mediáticamente, el gobernador Eruviel Ávila Villegas ha pasado a ser plato de segunda mesa en dos eventos particularmente donde la lógica lo colocaría como el actor principal y sin discusión alguna ha quedado hundido o mejor dicho, perdido entre los mares de tinta que han corrido en la prensa local, esa que aún se consideraba lo suficientemente subordinada a las políticas de comunicación dirigidas por Carlos Aguilar.
El primer evento fue la reunión de la Conago y que con la presencia del Presidente de México Enrique Peña Nieto permitiría entregar, con varios meses de atraso, la remodelación del Teatro Morelos, pero para sorpresa del equipo de comunicación y como primera muestra de las fallidas políticas en la materia, la nota del día fue relevada por el nombramiento de Ernesto Nemer como el nuevo titular de la Profeco.
Luego, dos días después, lo que sería el festejo por la erección del estado, el ultimo donde Eruviel tendría que ser el astro rey en torno al cual girara tal celebración, fue opacado por la declaración de la Secretaria General del Partido Revolucionario Institucional Carolina Monroy al anunciar que la preparación de toda su vida está por materializarse cuando sea ungida como candidata a suceder al que le robo los reflectores. Segunda pifia que el equipo de comunicación social del otrora omnipotente Eruviel no pudo resolver, en dos pasos, la familia Nemer Monroy le había quitado el puesto que aún, por tradición le correspondía al ecatepense.
Este miércoles, Ávila Villegas hizo acto de presencia en el informe de labores del rector universitario Jorge Olvera, hoy podría haber sido el momento de que el gobernante mexiquense emergiera de nueva cuenta y retomara su posición en los medios como el gobernante que aparenta seguir siendo.
Triste realidad, la figura de este día, se llama Jorge Olvera, pues ya sea por la lealtad institutense, la amistad con el político, o los acomodos empresariales gestados, seguramente los medios estarán informando solo lo que el rector a su vez leyó para conocimiento de la sociedad universitaria.
Lástima, el manejo de comunicación social es mucho más que pagar ordenes de inserción, implica estrategia, administración, cuidado, conocimiento del entorno y sobre todo mucho cerebro, así lo demostraron los que de manera más fácil que sencilla, lograron arrebatarle a Eruviel sus cinco minutos de fama… ¿o acaso alguien podría pensar que esto no fue planeado?.
